Si habéis leído mi confesión ya sabéis que me quedé embarazada sin buscarlo. Pero si te lo has perdido y quieres leerlo, pincha aquí.
En mi confesión, os decía que, cuando me enteré de la noticia, entré en shock. Tenía muchos planes que eran difíciles de llevar a cabo con un bebé recién nacido. También me entraron muchos miedos que con Doña Cuchufleta no tuve.
El embarazo de Doña Cuchufleta fue magnífico, unas pocas nauseas y ya. Ni lumbagia, ni ardores, ni sangrados, ni hinchazón de piernas, ni pesadez,? nada. Con deciros que el día anterior de nacer cogí el coche y me fui tranquilamente de compras yo sola. Ahora me daba miedo tener nauseas, algún sangrado o cualquier otra cosa que supusiera reposo y estar de baja, pues supondría no poder hacer las prácticas y por lo tanto, no acabar la carrera. Sería tirar el dinero de la matrícula a la basura y, además, pagar más el año que viene por "repetir" la asignatura. Sólo me quedaban 4 meses para acabar, nada debía salir mal.
Cuando nació Doña Cuchufleta, yo estaba acabando primero de carrera. Pude hacer los exámenes finales sin problemas y unas semanas después nació ella, por lo que pude disfrutar todo el verano de ella sin ninguna otra preocupación y establecer una buena lactancia materna. Ahora, este futuro bebé vendría para mediados o finales de octubre (según mis cálculos rápidos). Yo quería apuntarme a un máster, a una academia de inglés, prepararme oposiciones,? pero el momento del parto me pillaba con el curso empezado, ¿qué haría yo si tenía un mal final de embarazo? ¿No asistir las primeras semanas de clase? Y una vez hubiese nacido ¿cómo iba a dejarlo en casa con el papi varias tardes a la semana para yo acudir a clase del máster, de inglés,? si apenas tendría unos días de vida? ¿Qué pasaba con la lactancia?
Por otro lado, llevo ya varios años en el paro y esta situación tenía que acabar ya. Quería centrarme en encontrar algo: intentar trabajar en algún comedor escolar, extraescolares o dónde fuera. Y si no lo lograba, me quería poner a dar clases particulares, cuidar niños, limpiar casas,? lo que fuera con tal de aportar dinero extra a casa. Pero, ¿quién va a contratar a una embarazada? ¿Qué madre o padre va a querer que cuide a su hijo o le de clases particulares una embarazada si a mitad del primer trimestre va a dar a luz?
Por suerte, mi marido estuvo a mi lado todo el tiempo. Me escuchó, me apoyó, tuvo palabras de comprensión y aliento hacía mí. En ningún momento me juzgó por tener estos sentimientos encontrados y pensar que, en este momento, un bebé es "un estorbo". Supo mantenerse a mi lado y hacerme ver que este bebe es un gran regalo, al igual que lo es Doña Cuchufleta.
De todo esto ya han pasado varias semanas. Estoy ya de 14 semanas y ahora ya no me importa nada de todo lo anterior. Hace 15 días tuve mi primera eco, le vimos moverse sin parar y nos dijeron que está perfect@. Estoy disfrutando de mi embarazo, encantada de ver a Doña Cuchufleta hablar con el bebé y darle besos, orgullosa de mi marido. No os voy a negar que me gustaría poder llevar a cabo todos esos planes, pero ¿sabéis qué? Ya habrá tiempo. Ahora es el momento de disfrutar de mi embarazo, de lucirlo orgullosa, de acariciar la barriga, hablarle, preparar sus cosas con ilusión,? todo lo demás puede esperar.