¿Soy una mujer desperdiciada?
La verdad es que quedarme en casa con mis tres hijos no fue una decisión que tomé, fue algo que simplemente sucedió. Cuando nació mi primera hija no estaba trabajando y naturalmente me quedé en casa. Pasaron los años, tuve a mi segundo hijo y a mi tercero, y simplemente nunca sentí ese “llamado” a volver a trabajar. Lo que sí escogí, todos los días, es continuar en casa con ellos.
Me sentí privilegiada siempre, porque tenía la opción de quedarme en casa y ver a mis hijos crecer. Se que estar con ellos me va a traer frutos en el futuro. Es en estos años que se forman sus valores, sus principios, sus personalidades y todo lo más importante. Entiendo perfectamente que cuando están conmigo y yo les enseño y les explico las cosas, no es igual que con otros. Me encanta estar al tanto siempre de todas sus andanzas, actividades, y ocurrencias. Me encanta estar en casa, siempre sentí que cualquier día puedo volver a trabajar, siempre va a haber algún trabajo para mi, pero lo que nunca puedo volver a repetir son estos primeros años de mis hijos; esos años sí se van y nunca vuelven.
Ahora, les mentiría si les dijera que éste es un trabajo fácil o llevadero. Ser mamá a tiempo completo y llevar un hogar es un trabajo extremadamente duro. Es emocionalmente fuerte, es sentir un peso de una gran responsabilidad diaria constantemente. Ser mamá a tiempo completo es, sin duda, el trabajo más difícil que he tenido y a la vez la mejor decisión que he tomado.
Muchas veces las mamás a tiempo completo no tienen un desfogue de su labor, estamos constantemente en la casa y con los niños y no tenemos un momento para nosotras, para cuidarnos. Cometí muchas veces este error, pero en mis años en casa aprendí algunas cosas importantes.
Busca tiempo para ti.- Serán muy pocos los trabajos del mundo que esperan que sus trabajadores se encuentren 24/7 disponibles al 100%. Ningún trabajador se siente culpable cuando va a cenar después del trabajo. Solo nosotras, las mamás. Nuestro trabajo si es 24/7 y por alguna razón sentimos culpa si nos alejamos. Lo primero que aprendí es que es necesario dejar a un lado esta culpa, organizarse, y tomarme un tiempo para mi. Ya sea que esto signifique leer un libro durante 30 minutos, o ir a la peluquería o tal vez salir a cenar. Todas las personas necesitamos alejarnos de nuestro trabajo y despejar la mente y las mamás no somos ninguna excepción.
Encuentra algo que te apasione.- Siempre fui una persona intelectual. Me encanta leer, escribir y estudiar. Estas no son características de mi trabajo como madre pero aún así busqué una forma de seguir haciendo lo que me apasiona. Empecé mi blog, el cual nació de una necesidad interna mía de continuar haciendo lo que me apasiona y fue la mejor decisión que pude tomar. Cuando me tomo un tiempo para escribir, me siento renovada, mi ánimo mejora y soy mejor mamá. Vuelve a tus raíces, recuerda que te apasiona y encuentra la forma creativa de seguir haciéndolo. Antes de ser mamás, somos también personas con intereses y pasiones.
Busca tu tribu.- No hay nada más irónico que estar acompañada todo el día todos los días y sentirse sola. Nos pasa mucho a las mamás. Resulta que los niños son una hermosa compañía, pero aún así necesitamos interactuar con más adultos. Es por esta razón que las mamás necesitamos una tribu. Necesitamos encontrar a otras mamás con las que podamos conversar, tomar café y desahogarnos de nuestros días, compartir nuestros miedos y llenar las tardes en casa. Busca tu tribu, tus amigas mamás y ¡no las sueltes por nada!
Entonces, ¿soy una mujer desperdiciada? Definitivamente no. Soy mujer multifacética. Soy mujer decidida. Soy mujer emocionalmente inteligente. Soy mujer que vive sin arrepentimientos. Soy mujer que sabe que si la vida me dio dos profesiones, hoy es el momento para ejercer la de ser mamá.
******
El texto de este artículo fue escrito para la Revista STATUS uio. Encuentra la revista aquí.
Fotografías gracias a Cesar Farías Fotografía. Conoce más sobre su trabajo aquí.