Ser mamá es una de las mejores etapas de mi vida, pero antes de ser mamá soy mujer.
La vida de una mujer se desarrolla en distintas etapas, desde la niñez nos vamos formando y creciendo, convirtiéndonos en lo que hoy representamos.
Uno de los momentos que sin duda nos marca, es el momento en que menstruamos por primera vez. Ese es el indicio de que vamos dejando atrás esa etapa infantil que siempre nos acobijó, es el indicio de que una mujer está naciendo y tomando posesión dentro de nosotras, es allí cuando entre desconciertos, dudas, y hasta mínimos temores, son calmados y disipados por la ternura de una mamá que ahora ve a su niña convertirse en mujer.
¿Qué si recuerdo mi primera menstruación? ¡Por supuesto! Tenía doce años cuando sucedió, y confieso que estaba desesperada porque a muchas de mis compañeras del salón ya les había pasado y a mí no. Quería saber cómo era, cómo pasaba, cómo era el ir convirtiéndome en mujer.
Recuerdo gritar y llamar a mi mamá, tanto tiempo esperando, y cuando sucedió quedé casi paralizada. Mi mamá llegó, vio lo que estaba pasando y enseguida fue en busca de mi primera toalla íntima, recuerdo que era ALWAYS, de malla suavecita y con alitas, ¡benditas alitas! Lo prácticas que son y la seguridad que combinada con la toalla, su máxima absorción,y tamaño ideal nos brindan.
Con las alitas la sujetas a la ropa interior, así cuando andes brincando y saltando no se moverá y evitarás un accidente, ya luego si te sientes más cómoda, puedes usar otra presentación. Yo uso estas porque son más absorbentes y mejores me decía mi madre mientras me enseñaba la forma correcta de colocar la toalla. Vi en su rostro una especie de orgullo y nostalgia. ¡Su hija ya no era una niña! Supongo que esos sentimientos encontrados fueron los causantes de esas lagrimitas que se asomaban en sus ojos.
Como siempre, las madres pendientes de darles y enseñarles lo mejor a sus hijos. En este caso, mi madre desde ese momento tan importante en mi vida me brindó no solo su apoyo, amor, y compresión, también me compartió su sabiduría.
¿Tú recuerdas cómo fue tu pubertad? Probablemente, los cambios físicos y emocionales fueron inesperados. Por eso, si eres una mamá de una niña, puedes apostar que para tu hija también son una novedad y es una buena señal para que ella confíe en ti lo suficiente como para contarte sobre este momento especial como yo lo hice con mi mamá.
A pesar de que yo soy mamá de un varón y me tocará hablar con él de otros temas, les aconsejo que cuando ocurra el primer periodo menstrual de sus hijas, es momento de explicarles cómo se usan las toallas higiénicas, cada cuánto deben cambiarlas y cómo elegir la que mejor se adapta a sus necesidades, pues para mí fue muy importante.
Para saber más sobre las toallas higiénicas Always que yo usé por primera vez y auxiliar a tu hija en esa selección, accede al siguiente enlace: http://www.soloentreamigas.com/productos/venezuela/.