El lazo tan fuerte que nos une a nuestros hermanos, es incluso más intenso que el que nos ata a nuestros padres. Son como una prolongación de lo que somos, ni mejores ni peores, simplemente las personas que tienen más que ver con nosotros. Y seguro que, si nos paramos a pensar en momentos cruciales de nuestra vida, en muchos de ellos, estábamos con ellos...
Pero no todos los hermanos se llevan bien. Algunos, ni siquiera se soportan y llegan a la edad adulta llenos de resquemor y rencores heredados de una mala o nula comunicación entre ellos. En este sentido, creo que los padres tenéis una función vital. Hacer que vuestros hijos se lleven bien y se entiendan, en la medida de lo posible, respetándose, al menos.
¿Recopilamos entre todos los motivos por los que nos gusta tener un hermano o hermana, esté cerca o viva lejos de nosotros?
Aunque vivir cerca es lo ideal, el contacto y el cariño hoy en día se pueden reflejar de muchas maneras. Internet, el teléfono y ahora ¡los vuelos ‘low cost’ o tirados de precio! Pues eso, ¡que este post valga para reflexionar sobre lo importante que son los hermanos!