Terminé mi primera reunión con Estefanía (*), mi Coach de Nutrición Integral, con las siguientes metas:
Debo trabajar en ellas durante dos semanas. De inmediato me he puesto las pilas y esto es lo que he ido avanzando:
Meta número 1, cumplida. Estoy comiendo más ensaladas, principalmente en la noche. Nada espectacular, me gusta lo simple: mucha lechuga, tomate, a veces quínua cocida, un poco de papa sancochada, clara de huevo duro, zanahoria, vainitas, un poco de limón, sal, aceite de oliva extra virgen y listo.
Meta número 2, en proceso. Compré mi mantequilla de maní, pero aún no la pruebo. Lo haré el siguiente lunes que compramos pan.
Meta número 3, en proceso. Realmente estaba emocionada tratando de buscar opciones para realizar alguna actividad física. No me gustan los gimnasios, creo que nunca volvería a uno, pero debo moverme, así que una de las cosas que más me gusta hacer es bailar, por lo tanto eso es lo que haré, bailaré. También quiero volver a mi práctica de Yoga. Luego de consultar precios y horarios en tres lugares distintos, ya tengo más o menos definido mi horario para estas actividades. Obviamente son en la noche. Me hubiera gustado poder dedicar mis mañanas a esto, pero no he encontrado horarios disponibles.
Aprovecho una salida con mi esposo para poder conversar con él sobre este tema y así cuadrar horarios. Como que no le gustó mucho la idea de que salga en la noche, que tendría que ser después de las 8pm porque a veces él se demora en llegar del trabajo, que por qué no hacía esas cosas en las mañanas y algunos otros comentarios que en lugar de alentarme, me desanimaban. Y me di cuenta que el querer cuidarme requería de mucha logística y mucho tiempo. Medio que empecé a sentirme un poco fastidiada porque durante muchos años, mi vida y mis horarios dependen siempre de los horarios y las actividades de mi hija y de mi esposo. El nivel de entrega ha sido tan elevado, física y emocionalmente, que me estaba costando encontrar el equilibrio entre mis necesidades y las suyas. ¡Y no era justo!
No me importa, sea como fuera, debo dedicarme un tiempo para mí, cuidarme es una decisión innegociable, está en mi lista de prioridades. Elijo los horarios de las 8pm, para las dos actividades que deseo hacer. Programo mi clase de prueba de Yoga para la siguiente semana, a ver qué pasa.
Meta 4, en proceso. Además de los objetivos acordados con Estefanía, tengo muchos otros que van de la mano con alimentarme mejor. Entre ellos por ejemplo, están el NO tomar gaseosa, ni ningún tipo de bebida sintética extra azucarada, bajo ninguna circunstancia. He ido al cine con mi botella de aluminio llena de agua y al principio, con algo de pena, he tenido que optar por agua en algún chifa, desterrando así la costumbre de tomar la famosa bebida amarilla.
Me he dado cuenta que no debo comer gran cantidad de habas o de maní porque me siento hinchada. Debo dejar también de comer chifa tan seguido porque a veces, me ocurre que luego de comer, me siento como laxada. Estefanía me dice que la comida me debe dar energía y no el efecto contrario. Que el chifa tiene mucho glutamato monosódico y el sillao mucho sodio y GMO’s. Por lo demás, no he registrado mayor novedad en mi cuerpo, luego de comer.
Meta 5, en proceso. Una de las pérdidas más grandes que he tenido en mi vida ha sido la de mi papapa, el papá de mi mamá. Eso de que los abuelitos te marcan de por vida, es cierto. Yo adoraba al mío y su muerte, principalmente la forma en la que se fue de este mundo, me tiene hasta ahora destrozada. Él era diabético y llegó a un punto en que le tuvieron que amputar una pierna y así poco a poco, todos sus órganos dejaron de funcionar.
La última vez que lo vi fue cuando lo visité en el hospital, creo que esa tarde iba a entrar a operación. Ver a mi querido papapa tan mal, con las manos negras por la gangrena, es algo que hasta el día de hoy, 25 años después, no asimilo. No entiendo cómo es que alguien tan bueno, ha tenido que sufrir tanto, pero tanto. ¡No es justo! Sin embargo, sé que debo trabajar en este punto porque es un peso con el cargo desde hace tiempo. Debo aprender a soltar y liberarme de esta pena tan grande.
He estado pensando mucho en esto, creo que he descubierto el punto principal de mi dolor. Seguiré viendo la manera de entenderlo para así curarlo. Mientras tanto programo visitarlo en el cementerio el próximo domingo.
Me siento muy contenta de lo que voy logrando hasta ahora.
(*) Estefania Belaunde - Certificada en "Coach de Nutrition Integral" del Instituto de Nutrition Integral de la ciudad de Nueva York, tiene un alto conocimiento en nutrición holística, asesoramiento de salud y prevención. Basada en su propia experiencia, ella trabaja con clientes ayudándolos a hacer cambios graduales en su estilo de vida para mejorar y buscar equilibrio en su salud, eligiendo vías que promuevan resultados reales y duraderos.
Síguela en su página de Facebook: Holistic Living by Estefania Belaunde