Cada maternidad me ha traído el regalo de poder avanzar un pasito más en mi proceso de evolución personal. Y algo que he aprendido tras ser madre es que debo escucharme, hacer caso a esa voz interior, esa intuición que me guía.
Por eso he tomado esta decisión y quiero compartirla contigo; Después de tres años maravillosos y muy intensos, en los que he vuelto a ser madre y el Atelier ha sido un medio increíble para poder conciliar trabajo y maternidad, siento que ya ha cumplido su misión y este mes cerramos la tienda on line.
Son muchas las razones, pero la principal es ser coherente con mi sentir como madre.
La vida en su constante transformación me está diciendo que es hora de parar, de hacer caso a esa necesidad de estar con mi familia con verdadera presencia, de dedicarme a mi trabajo de maestra con otra energía, menos desgastada por las redes sociales y las horas de conexión con un negocio virtual que últimamente me sobrepasaba por el volumen de trabajo.
Hace unos meses cuando se me acabó la excedencia laboral en el colegio y tuve que decidir si incorporarme al trabajo o perder mi posición en la lista de interinos (trabajo para el Ministerio de Educación), ya sabía que esto era un riesgo, que podía ocurrir. Pero amo mi trabajo de maestra, y sé que con los niños y niñas y sus familias es donde puedo aportar un granito de arena, de alguna manera tangible. Decidí entonces incorporarme una jornada muy reducida y combinar con el Atelier y el blog desde casa. Todo esto con un bebé de 16 meses.
Y he llegado hasta aquí.
Lo he intentado, con amor y ganas, sacando muchos ratos por las noches, y los fines de semana, haciendo auténticos tetris con los horarios para no restar horas de calidad a mis hijos. Siempre con gran ilusión de sacar nuevas cajas de libros mágicos y más proyectos bonitos que se han quedado en el tintero, y aún así sintiendo (por mi propia autoexigencia) que el Atelier se merecía otra dedicación, lo cual me generaba bastante ansiedad.
Antes de tomar esta decisión me he planteado muchas cosas, podría contratar más personal, delegar todo lo que yo estaba gestionando,… pero eso implicaría entonces más exigencia, más volumen de trabajo, para cubrir esos nuevos gastos. Y al final sé que seguiría trabajando y dedicándole esfuerzos y energía.
Y no, siendo honesta conmigo misma y con el estilo de vida natural y consciente que anhelo y que me muestran mis hijos cada día, no deseo convertirme en empresaria y acabar cada trimestre mirando balance de resultados. Es una posibilidad que la vida me ha ofrecido, que agradezco profundamente porque me ha permitido llegar hasta aquí, pero no es mi camino. Ha llegado el momento de soltar, de reconocer cuáles son mis límites y ser valiente.
Porque si yo no me escucho, si no soy feliz con lo que hago, mis hijos van a aprender a sacrificar su felicidad. Todo lo que hacemos y decimos repercute directamente en nuestros hijos, y ser coherentes entre lo que sentimos y hacemos creo que es una gran responsabilidad pero también un gran regalo para ellos, pues su futuro quedará marcado por lo que ellos vean y sientan hoy.
Liquidación por cierre del Atelier DMCAM
Así que con alegría y gratitud, este mes Atelier DMCAM cierra y liquidamos todo nuestro stock a partir de mañana 18 de febrero.
Las personas suscritas a mi newsletter ya han recibido la noticia y este fin de semana han podido disfrutar de una venta privada con precios de liquidación, y aunque se ha vendido mucho estos dos días, todavía quedan libros y materiales de juego muy interesantes y que quedarán muy bien de precio. No dudes en aprovechar la oportunidad si estás leyendo esto.
Visita el Atelier aquí.
¿Qué pasará con el blog?
Si te preguntas si voy a seguir con el blog, te confieso que todavía no lo tengo claro, de momento necesito parar un tiempo indefinido, cuidarme mejor y acabar de encontrar mi verdadera misión en este mundo virtual.
Las redes sociales se me hacen muy cuesta arriba, me desgastan muchísimo, no me gusta mostrarme continuamente ni mostrar a mis hijos (que parece que es lo que se espera de una blogger), por lo que me siento incómoda y como si no acabara de encajar, pero también sé que son un medio necesario para llegar a más personas y que el blog tenga visibilidad en la red.
También es verdad que tengo muchos artículos a medias que me da penita no haber publicado, pero por ahora no puedo seguir.
Me despido con emoción y agradeciéndote cada una de las veces que has pasado por aquí, que me has dejado un comentario, que has recomendado a De mi casa al mundo y nuestro pequeño Atelier, sin ti, nada de esto habría sido posible. Ojalá haya podido ayudarte en algún momento todo el trabajo y esfuerzo que aquí quedan, siempre desde la honestidad y el deseo de compartir.
Ahora recuerdo aquel día hace cinco años que mi astróloga desde Brasil me dijo que debía hacer algo en comunicación y redes sociales (cuando yo no tenía ni facebook, ni tenía ni idea de cómo publicar en un blog), entonces me parecía una locura y jamás hubiera pensado que sería posible haber llegado hasta aquí. Siento una profunda gratitud, de corazón, gracias.
No trates de salvar al mundo entero ni hagas nada grandioso. En cambio, crea un claro en el denso bosque de tu vida y espera allí pacientemente, hasta que la canción que es tu vida caiga en tus propias manos ahuecadas y la reconozcas y la saludes. Solo entonces sabrás cómo entregarte a este mundo tan digno de ser rescatado. – Marta Postlewaite
Aguamarina