Se acerca San Valentín y yo tengo un plan estupendo! Si estás pensando en una escapada romántica, Si lo que buscas es un lugar con muchas cosas que ver, dónde sentirte como en casa y poder desconectar por un par de días, no se me ocurre una opción mejor que Sintra. Y si como decíamos buscas algo romántico, no vas a encontrar muchos lugares que te ofrezcan un entorno de cuento con sus bosques salpicados de palacetes de agujas puntiagudas, su castillo y verdaderos tesoros arquitectónicos que parecen sacados de las historias llenas de magia que nos contaban de pequeños!
Sintra se encuentra a unos 30 km de Lisboa. Muy cerquita. Esta maravillosa ciudad está declarada como patrimonio de la humanidad por la Unesco.
Sintra fue levantada en el medio de un bosque, en la ladera norte que le da nombre. Es un lugar misterioso y envuelto en brumas, revestida de una flora de exóticas especies gracias a la riqueza mineral de su suelo.
A unos 4km del casco histórico asoma entre la frondosidad el palacio nacional da Pena.
Fernando de Saxe Coburgo, un monarca Luso fue quién lo mandó construir, en él monstruosas gárgolas se mezclan con decoración marina, cúpulas bulbosas y amarillas y hasta una imitación de la puerta de la justicia de la alhambra. El palacio está rodeado de más de 2.000 especies de fauna de distintos lugares del mundo, que gracias a la riqueza del suelo conviven en perfecta armonía.
Tienes que ir a ver, sin duda, “O castelo dos Mouros”, situado en la sierra de Sintra. De él apenas quedan las murallas, pero conserva un paso de ronda que podemos recorrer para ver la panorámica de Sintra, una puerta árabe con un marco de herradura. Cinco torres, cuatro con planta rectangular y una circular, flaquean la muralla. A la más elevada se le conoce como Torre real, hay unos 500 escalones para subir hasta ella, pero las vistas de arriba merecen la pena.
Como toda villa turística, el centro está repleto de bares y restaurantes con ofertas de todo tipo. Heladerías, tiendas de souvenirs que se extienden por las calles empinadas hacia el castillo. En alguna de estas estrechas calles, encontramos atajos hacia miradores en medio del pueblo, que aunque no son muy altos nos enseñan rincones con mucho encanto de Sintra.
Sintra siempre está lleno de gente, sus calles están repletas de turistas que de paso o no han venido a visitar uno de los pueblos con más encanto de Portugal. El Ayuntamiento es otro de los edificios que hay que ver, por su belleza y su parecido al de Disneyland !
Si caminamos hacia la salida de la villa nos encontraremos con el Hotel Lawrence´s del S.XVIII, es uno de los hoteles más antiguos de Europa y cuenta la leyenda que allí se alojó Lord Byron, enamorado de Sintra.
En la parte baja de la ciudad nos encontramos también con el Museo do Brinquedo, un museo dedicado al juguete que recopila juguetes tradicionales, como muñecas, coches, trenes, o soldaditos de plomo.
A unos 2 km del centro histórico puedes visitar la Quinta Regaleira, una finca con un pequeño palacio y, sobre todo, con impresionantes jardines con pozos y cuevas por las que podemos movernos libremente. Sorprendente. Torres que podrían albergar perfectamente a princesas y dragones y el pozo iniciático, un pozo con una escalera de caracol que comunica diferentes pasadizos y una simbología relacionada con las logías masónicas y la alquimia, la cual se explica más detalladamente en la exposición del interior del palacio.
Destacar el trato por parte de los comerciantes y hosteleros de la villa. La amabilidad y las ganas de resolver todas nuestras dudas, y satisfacer las necesidades de ir con un bebé en todo momento. La amabilidad, y la sonrisa son una característica que predomina en todo el pueblo, y la verdad que se agradece y hace que te sientas como en casa.
La jornada de compras, a mi se me hizo muy amena, viendo los productos típicos de la zona y las curiosidades que tenían a la venta. Las decoración de las latas de conservas me parecieron preciosas, y no pude evitar hacer fotos y fotos de cada una de ellas.
Compramos varias cosas para traernos de recuerdo y algún que otro regalito para la familia y la verdad que los precios no nos parecieron para nada caros. Hay de todo como en bótica!
Otro de los momentos especiales del día, es cuando cae la tarde y puedes ver las maravillosas puestas de sol entre palacetes. Nosotros la pudimos disfrutar desde uno de los miradores de la villa, y fue una de las puestas de sol más espectaculares que recuerdo!
Si viajas a Lisboa, Cascais o alrededores, no cometas el error de no pasar por Sintra, o de pensar que por ser un pueblo de interior no te sorprenderá. Sintra es uno de los sitios más bonitos de Portugal, al menos para mi. Y espero volver para poder ver todo lo que no me dio tiempo en este viaje, y para que mi peque lo pueda disfrutar con un poco más de perspectiva, que lo pilló muy pequeño.
Has estado en Sintra? Y que te ha parecido?
Podéis ver nuestra Guía de Portugal en el siguiente enlace. Viajes, Alojamiento y dónde comer en Portugal.
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