Que bueno ahora en invierno llegar a casa después de un duro día en la guardería, el calorcito del ambiente que notas cuando entras, papá y mamá a tu disposición para jugar, todos mis juguetes y como no mi CHUPETE "tete" lo llamo yo. ¿Hay algo mejor?, desde luego a mi edad (22 meses casi 23) no. Y es que por mucho que le pese a mis padres la primera palabra que digo cuando voy a entrar por la puerta de casa es tete, tete, tete. Lo voy llamando por toda la casa para que salga a mi encuentro pero este ni se mueve. Mamá ya me dice donde está y voy a buscarlo corre que te corre.
Ayer llevé mi amor por él a extremos tales que monté un numerito monumental porque me dió porque lo tenía que llevar a la guardería. Mi madre insistiendo que lo dejara en la entrada antes de salir y yo que no que tete y tete. Mi madre me lo quitó y lo dejó y salimos por la puerta. Me agarré un rebote monumental. Mis padres dicen por lo que les he oido que no me habían visto así nunca. Iba gritando, pataleando, me había forma de sentarme en la silla del coche, de casa a la guardería chillando, entré en la guardería con las mismas "tete, tete teteeeeeeeeeeeee". Mis padres explicándome que el chupete se quedaba en casa como siempre que sino me lo quitaban los niños de la guarde y yo ni caso.
Casi vomito, con lo mona que me había puesto mi madre porque nos hacían una foto en la guardería.
Mis padres se fueron muy disgustados al dejarme así. Lo que no se imaginaban ellos, después se lo dijo mi profesora, es que tuve un día genial, posé fenomenal para la foto, comí todo, me porté muy muy bien. Y es que en la guarde no uso el chupete ni para dormir la siesta.
Dice Ramona (mi profe) que toreo a mis padres, yo no se que es eso. Lo que pasa es que con ellos tengo más confianza y no sé porque a veces se me meten unas cosas en la cabeza que o me dan lo que quiero o lo cojo un berrinche monumental. Claro que en la mayoría de las ocasiones patalear, gritar y llorar no me sirve para nada, así que me lo tengo que ir replanteando.
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