Hace unos años, cuando mis hijos eran pequeños, dudaba entre dejarles que se chuparan el dedo o darles el chupete, opté por la segunda opción, ya que sería más fácil hacer el trabajo de dejar el chupete.
Una opción para ayudarles a dejar el chupete es contarles alguna historia, como esta de “El pajarito del chupete” un cuento creado por Eva Espada que nació de su propia experiencia con su hija Olivia y el que fue recreando con aportaciones de Olivia.
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En mi caso no tuve problemas con mis hijos para dejar el chupete, con mi hijo mayor fue sencillo, en una de sus rabietas arrojó el chupete con fuerza, estaba en el baño y aproveche de tirar de la cadena, ¡Ups! Adiós chupete… no sé si fue la mejor manera, pero él mismo se dio cuenta de lo que había hecho y no lo volvió a reclamar.
Con la menor si fue algo diferente, porque tenía varios chupetes de diferentes colores, pero tenía uno que le gustaba más que los otros, y justamente ese se lo dejó un día en la guardería, así que esa tarde/noche se debatía entre llorar por su chupete preferido o utilizar algunos de los otros.
El chupete de la guardería no volvió a casa (aprovechamos la ocasión) y al año y medio ella decidió que ya era una chica mayor para llevar chupete y me los dio diciendo que ya no los quería.
Los primeros días fueron un poco complicados, porque los reclamaba, pero siempre le dije que ella había decidido dejarlos y yo los había tirado, al igual que con el primero, no sé si fue la forma más acertada, pero en ninguno de los dos casos recuerdo que haya sido traumático para ninguno de los dos.
La importancia de dejar el chupete
El uso prolongado del chupete puede acarrear diversos problemas que afectan tanto su bienestar emocional como físico.Riesgos asociados al uso prolongado
Dependencia del chupete: los niños pueden acostumbrarse a usarlo como un mecanismo de calma, lo que podría dificultar el aprendizaje de otras formas de autorregulación emocional.
Aumento del riesgo de infecciones de oído: algunos estudios indican una correlación entre el uso prolongado del chupete y mayores probabilidades de infecciones auditivas en la infancia.
Impacto en la lactancia materna: el uso del chupete puede interferir en el establecimiento de una lactancia exitosa, especialmente durante los primeros meses de vida.
Beneficios de abandonar el hábito
Dejar el chupete tiene múltiples ventajas.Fomento de la independencia: los niños aprenderán a calmarse mediante otras estrategias, lo que les ayuda a crecer emocionalmente.
Mejora en la calidad del sueño: al dejar de depender del chupete, se puede lograr un descanso más continuo durante la noche.
Menor riesgo de problemas de salud: abandonar el chupete reduce la probabilidad de complicaciones como infecciones de oído y problemas orales.
Consecuencias para la salud dental
Una de las preocupaciones más relevantes respecto al uso prolongado del chupete es su impacto en la salud dental del niño. Las consecuencias pueden incluir:Malformaciones dentales: su uso continuado puede alterar la alineación de los dientes y provocar problemas en la mordida.
Alteraciones en el desarrollo oral: puede afectar el correcto desarrollo de la cavidad bucal y la mandíbula.
Momento adecuado para dejar el chupete
La Asociación Española de Pediatría sugiere que los padres comiencen a pensar en dejar el chupete a partir del primer año de vida del niño. Es en esta etapa cuando los beneficios del uso del chupete empiezan a disminuir y los riesgos potenciales aumentan.Solo los padres y madres sabemos cuando es el momento adecuado para dejar el chupete, porque podemos determinar la madurez del niño, al igual que cuando llega el momento de dejar el pañal.
Estas son algunas pautas y señales que pueden indicar que es el momento de comenzar la transición.
El niño muestra una dependencia notable del chupete para calmarse.
Se observa que el chupete interfiere con el sueño o la alimentación.
El niño comienza a expresar interés en dejarlo o se siente incómodo al usarlo.
Factores a considerar según la edad del niño
El contexto y el desarrollo personal de cada niño son clave. Con frecuencia, los padres deben tener en cuenta:La personalidad del niño:algunos son más resistentes al cambio, mientras que otros pueden adaptarse rápidamente.
La situación familiar: cambios como el inicio de la guardería o la llegada de un nuevo hermano pueden ser momentos idóneos para iniciar el proceso.
La salud dental: la necesidad de una revisión dental puede ser un buen indicativo para dejar el chupete.
Estrategias para dejar el chupete en bebés
Existen diversas estrategias que los padres y madres pueden implementar para ayudar a sus bebés a abandonar el chupete de manera efectiva. A continuación, se describen algunas de las más útiles.Juegos y actividades distractoras
Ofrecer juguetes que capten la atención del bebé.
Involucrar al niño en actividades lúdicas como juegos de bloques o puzzles.
Estimular la creatividad con manualidades sencillas que mantengan su interés.
Métodos para calmar al bebé
Mezclar canciones suaves o cantos para tranquilizar al pequeño.
Realizar masajes suaves que transmitan calma y seguridad.
Incorporar la lactancia materna en momentos de inquietud, si es posible.
Modificaciones en la rutina de sueño
Ajustar la rutina de sueño puede facilitar el proceso. Crear un ambiente propicio para dormir sin el chupete puede incluir:Establecer un horario consistente para acostar al bebé.
Usar técnicas de relajación, como la lectura de un cuento antes de dormir.
Proporcionar una transición suave con un objeto de confort, como una manta.
Manejo de la dependencia emocional del chupete
Es importante abordar la dependencia emocional que pueda tener el bebé hacia el chupete. Algunas estrategias son:Fomentar el desarrollo de otras habilidades de auto-soporte.
Mantener una comunicación afectiva y constante que permita expresar sus sentimientos.
Establecer pequeños logros diarios que refuercen su autonomía.
Abordar el proceso de dejar el chupete en niños pequeños
El proceso de dejar el chupete en los más pequeños puede ser complicado, pero se puede llevar a cabo de forma eficaz con las estrategias adecuadas y un enfoque empático.Comunicación y razonamiento con el niño
Este apartado es fundamental, puesto que son los padres y madres quienes podrán establecer un diálogo abierto con el niño sobre la necesidad de dejar el chupete. Explicarle de manera simple y clara que ya no es un bebé y que está creciendo puede ayudarle a entender la situación. Este tipo de comunicación fomenta la comprensión y la cooperación durante el proceso.Historias y cuentos como herramientas
Utilizar historias o cuentos donde otros niños dejan el chupete puede ser muy efectivo. Estas narrativas pueden servir como ejemplos positivos, animando al niño a seguir el mismo camino. Se pueden fomentar conversaciones sobre esas historias para profundizar su comprensión del proceso.El método gradual para reducir el uso
Implementar un enfoque gradual es clave para hacer la transición más llevadera. Esto permite al niño adaptarse sin sentir una pérdida abrupta.Limitar el uso a momentos específicos
Establecer momentos concretos en los que el chupete es permitido, como durante la siesta o antes de dormir, puede facilitar la disminución progresiva de su uso. A medida que el niño se acostumbra, se pueden ir eliminando estos momentos gradualmente.Recompensas y estímulos positivos
Las recompensas pueden ser un incentivo efectivo para que el niño abandone el chupete. Proporcionar pequeñas recompensas cuando demuestre esfuerzos por dejarlo ayuda a motivarle y a reforzar el comportamiento positivo. Este tipo de estímulo puede hacer que el proceso sea más divertido y gratificante.Técnicas creativas para abandonar el chupete
Dejar el chupete puede ser un proceso más ameno utilizando técnicas creativas que hagan que el niño sienta que está participando en esta transición de manera especial.Involucrar personajes de cuentos
Los cuentos pueden ser herramientas poderosas en este proceso. Contar historias que incluyan personajes que dejan el chupete puede ayudar al niño a entender que es algo normal y positivo. Algunas ideas incluyen:Crear una historia sobre un pequeño dinosaurio que sustituye su chupete por un nuevo juguete, destacando la alegría que siente al crecer.
Contar cómo una niña se prepara para la escuela y decide dejar su chupete bajo la almohada para que un personaje mágico lo recoja.
La narración de estas historias puede generar empatía y motivación para dejar el chupete. Escuchar y hablar sobre estos relatos puede facilitar este desarrollo emocional.
Modificaciones físicas del chupete
Realizar cambios en el chupete puede hacer que pierda atractivo. Algunas modificaciones incluyen:Hacer pequeños agujeros en la tetina, lo que lo convierte en un objeto menos satisfactorio para succionarlo.
Ofrecer un chupete que tenga un diseño menos llamativo o que el niño ya no considere interesante.
Estas modificaciones pueden simbolizar que el chupete está pasando a ser algo menos necesario. A través de estos enfoques creativos, se generan nuevas oportunidades para que el niño asimile el proceso de dejar el chupete de una manera lúdica y positiva.
Ayuda profesional en situaciones complejas
En algunos casos, el proceso de abandono del chupete puede presentar dificultades que requieren la intervención de un especialista. Buscar ayuda profesional puede ser la clave para abordar situaciones complicadas y garantizar una transición más fluida.Consultar con el pediatra
El pediatra es el primer profesional al que acudir cuando surgen problemas relacionados con el uso del chupete. Esta figura sanitaria puede ofrecer orientación adecuada sobre el proceso y evalúa factores médicos que puedan estar afectando al niño. Es importante discutir:La salud general del niño.
La influencia que el chupete puede tener en el desarrollo oral.
El comportamiento emocional del pequeño y las reacciones al dejar el chupete.
Señales de alarma y cuándo buscar apoyo
Existen ciertas señales que pueden indicar la necesidad de apoyo profesional. Identificar estas situaciones es fundamental para actuar a tiempo. Las señales incluyen:La persistente dependencia del chupete después de los 2-4 años.
Problemas evidentes de sueño o inquietud que se relacionen con el uso del chupete.
Dificultades en la comunicación o retrasos en el habla que puedan estar vinculados a la succión prolongada.
Infecciones recurrentes del oído, que pueden asociarse con el uso del chupete.
Consultar con un profesional cuando se observan estas señales es crucial para garantizar el bienestar del niño y abordar cualquier problema subyacente.
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