¡Mi hijo amado! La cosa más preciada que tengo es mi niño, y es muy doloroso darse cuenta de que todas las esperanzas que tenía en ti ahora, no tiene nada que ver con la realidad. Mis ojos estaban absolutamente puestos en ti. Estoy tratando de cada vez, de ayudarlo y que pueda salir de ese fango, pero cada vez que intenta huir de allí, su cabeza termina sumergida cada vez más. Todo el mundo es feliz, en cambio tu felicidad realmente se encuentra solamente en las drogas. Es muy duro vivir con esta carga y la idea de que mi hijo es un adicto a las drogas, me acompleja aún más, porque no puedo decidir absolutamente nada sobre su vida.
Sentado solo en casa, apreté mis ojos por no poder contener mis lágrimas de dolor, estoy tratando de exponer todo en una hoja de papel, porque necesito a alguien con quien hablar. Él NO siente lástima por sí mismo y yo estoy muy avergonzado de él, este no es el mejor momento para nuestras vidas. Una vez más me he visto que sigues en tus errores ¡Que Puedo Hacer! Sabes hijo, cuando naciste, fuiste para mí lo más delicado y amado. Estuve sólo para ti, querido hijo, terrible es, darse cuenta de que ya eres un hombre y que la fuerza de tu juventud muere juntamente contigo y muy lentamente; hijo eso es lo que veo en tus ojos.
Hoy por hoy no tenemos guerra, nuestro tiempo, es tiempo de paz, para el resto del mundo. Pero debido a ese monstruo llamado drogas, está triste mi corazón. Veo que de ella dependes muy poderosamente. No entiendes que alguien también enriquece sus bolsillos mientras tú te hundes cada vez más.
¡Hijo, te amo mucho! te pido; ayúdate a ti mismo, tú eres un ganador.
Reflexión: Como padres, no siempre hacemos las cosas de la mejor manera, la educación es el pilar, es la piedra angular de lo que serán nuestro hijos. Eduquemos con amor y disciplina a nuestros hijos, desde bebés hasta su adolescencia y madures.