¿Por que tanto tiempo sin escribir en el?, ¿Por que le tengo tan abandonado?
Abrí el blog hace casi 5 años como medida de desahogo, sin creer que me leería apenas nadie y explorando un mundo totalmente nuevo para mi: el 2.0
Poco a poco me fui metiendo de lleno en el mundillo y descubrí que me encantaba compartir desde el anonimato mis ideas, pensamientos, reflexiones y descubrimientos entorno a mi maternidad y los demonios que te acechan cuando te conviertes en madre, pero que nadie te cuenta.
Pero la vida va pasando, los niños van creciendo y una misma, que crece con ellos, va cambiando de actitud, aptitud, intereses y rutinas.
Ahora mi vida es otra y dispongo de menos tiempo para escribir.
Ahora, mis intereses han cambiado y si bien mis hijos siguen siendo el principal interés, ya no siento la necesidad de escribir todo lo que pasa por mi cabeza por que no me siento tan insegura como para buscar ese reconocimiento o beneplácito, ni tampoco tengo necesidad de hacer oír al mundo por que mis motivos son los mas sesudos y beneficiosos.
Ahora ya no soy anónima, no se muy bien como,he dejado que la gente de mi entorno sepa que escribo este blog y eso me coarta a la hora de expresar ciertas inquietudes por si pudiera dañar a alguien, con quien quizás una conversación cara a cara resultase mas natural y desenfadad, pero por escrito pueda parecer un ataque...
Y no solo es eso, si no que el universo 2.0 y la blogosfera maternal han cambiado mucho (al menos en mi opinión) en los últimos años y ahora es muy fácil perderse entre tanto blog.
La profesionalización de las madres blogueras o la posibilidad de profesionalizar esto que empezó para la gran mayoría como un entretenimiento, hace que a veces una se sienta perdida entre tanto blog y tanta gente.
Facebook y Twitter han casi dilapidado los comentarios que antes se hacían en los blogs, los contenidos de los blogs se comparten en distintos grupos y no sabes bien a cual responder...
He pensado largo y tendido en cerrar el blog, pero hacerlo es cerrar una parte de mi maternidad de la que aún no estoy dispuesta a desprenderme, así que seguiré escribiendo cuando las musas aparezcan, los niños duerman y yo esté en casa.
This blog will survive