Atrás queda ese verano maravilloso, en el que disfrutamos con y como niños.
Ese verano que nos dejó una huella en el recuerdo.... (que mal la llevo)
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¡Pero no te agobies!
¡En el fondo sabes que lo mejor está por llegar!
RUTINA, esa soñada y añorada rutina, con la que todos y cada uno de los miembros de nuestra familia sabe lo que tiene que hacer y casi no protesta.
Tod@s sabemos que la primera semana no es plato de buen gusto para nadie. Pues si esto lo trasladamos a la cabecica de los peque, sobre todo los más peques... Pues la verdad, es el doble. Por naturaleza, por mal que suene, no hay nada más egoísta que un niño (por norma general) siempre se quieren salir con la suya, no llegan a entender que no puede ni debe ser así.
Os voy a contar mis "trucos" para que sea más fácil su vuelta a la rutina.
Va a parecer cruel, pero no les dejamos que se olviden de la rutina. Marcamos en el calendario el día de vuelta a ella y no a diario, pero de vez en cuando, vamos viendo como nos vamos acercando a ese fatídico día, en el que ese paraíso en el que hacemos y comemos lo que queremos, se acaba y seguimos como antes.
Una vez que se han acabado las vacaciones de Papi Poppins (son bastantes más cortas) intentamos ir poco a poco con sus horarios, sobre todo con los de sueño, es el que por lo menos en casa nos cuesta más de volver a coger. ¡Como nos gusta trasnochar! Poco a poco se acuestan un poco antes, hasta llegar a su horario. Tenemos claro que no se duermen pronto de un día para otro, así es que... Nos llenamos las mochilas de paciencia y aguantamos el tirón. Se duerman o no, se quedan en la cama.
Ahora toca despertarlos, ¡ahí no es na! Con Tete Poppins no tenemos problema, para él el dormir está de más siempre es el último que se duerme y el primero que se despierta, pero Tata Poppins... Necesitamos un buen rato para que despegue el ojo. Lo intentamos primero con besitos y llamándole, luego la movemos un poco, pero nada, sólo funcionan las cosquillas, no hay otra forma.
Por lo que por mucha pena que nos de (saben como hacernos dudar) Se despierta y se levanta sí o sí. Cada día un poquito antes, pero ese poquito tenemos que ser firmes, si no en darnos cuenta vamos para atrás en vez de para adelante.
Ahora viene el "no" al quiero un polo, el "no tengo hambre" de ellos a la hora de comer, pero la verdad, nosotros, una vez este conseguido los horarios de sueño... ¡PRUEBA SUPERADA! el resto es bastante más llevadero.
Está claro que no todo es el horario del sueño. A ellos les pone nerviosos y mucho el volver al cole. Tienen sentimientos encontrados, quieren, pero no. Y es que como en casa en ningún sitio. Pues respecto a eso también tenemos algo que ver. Les tenemos que ayudar a que esas ganas les llenen de ilusión.
Nosotros recordamos cosas del año anterior. Como estaban sentados en clase, a lo que jugaban y con quien en el patio, las extraescolares, los esfuerzos que hicieron para algún examen y la buena nota que sacaron... hay mil cosas buenas de las que hacer memoria para que les entren más ganas de ir.
Y como no, ir preparando el material escolar. En la medida de lo posible ellos eligen algunas cosas a su gusto, siempre que lo del año anterior no sirva. Primero revisamos lo que hay y después si no está en condiciones renovamos.
¿A quién no le mola ir con un estuche chulico el primer día de cole? O ¿con un simple bolígrafo que sea bien chulo? y si no ¡un porta minas fosforito! ese si que es todo un furor el primer día, todos se quedan locos con un porta minas nuevo.
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¡Madre mía! Ya me iba sin saber como intentáis que sea lo más llevadero posible.
No dudes en dejarme tus ideas en los comentarios. Seguro que tenéis algún otro truco que a mi o a otra mammy nos puede servir.
¡Hasta la semana que viene!