Destete definitivo tras a 11 años de lactancia materna

Hace ya tiempo que llegó el destete definitivo tras 11 años de lactancia materna, poco después de que mi pequeño cumplera sus cuatro años.. Este destete ha sido definitivo por partida doble: por finalizar la lactancia con mi hijo pequeño, y por ser el punto y final a mi experiencia como madre lactante, sabiendo que es algo que ya no volverá a mi vida. Créeme que es diferente cuando sabes que ya no habrá más bebés en tu vida. Y es verdad que pensaba que, llegado el momento, iba ser muy duro decir adiós a la experiencia más maravillosa, gratificante y especial de mi maternidad y probablemente de mi vida. Pero debo decir que cerré ese capítulo con un poco de nostalgia, pero con la satisfacción de haber llegado muchísimo más lejos de lo que esperaba cuando fui madre de mi primer bebé. Por aquel entonces ya consideraba un éxito llegar a los 6 meses de lactancia materna, superar la etapa típica de abandono a los 3 meses, ¡quién me iba a decir a mi por entonces que iba a llegar tan lejos!. Pues eso, nostalgia por todo lo que se queda atrás, satisfacción por haber llegado tan lejos, felicidad por haber disfrutado con mis hijos de una experiencia maravillosa. Pero sobre todo, la plenitud de sentir que había llegado el momento, para mi cachorro y para mi. Ha pasado casi un año y medio desde entonces, aunque me creerás si digo que este post lleva encabezado desde entonces, a falta de tiempo y ganas para llenarlo de contenido. Nunca encontraba el momento para hablar de ello en nuestra nueva vida en Escocia que ya no es tan nueva, y ahora no hay ningún motivo más especial que la morriña por volver a este rinconcito que tantas alegrías me ha dado. Me encantaría en este punto dar algún truco o consejo para llevar a cabo el destete a los 4 años pero poco puedo aportar porque, en realidad, fue muy fácil, fue natural. Mi pequeño fue perdiendo interés por la teta, yo simplemente dejé de ofrecerle, las pocas veces que pedía intentaba distraerle, ya era mayor para hablar sobre ello y se fue olvidando de la teta hasta que no volvió a acordarse de ella. Sin traumas. Así cerramos esta etapa de nuestra vida de la que nos queda un precioso que nos llevamos grabado a fuego, para el resto de nuestra vida. A veces se acuesta sobre mi pecho, abrazando a su teta querida y entonces siento un pellizquito de añoranza, pero no me da pena haber dejado la lactancia atrás. Era nuestro momento y hemos tenido la suerte de haber llegado hasta donde hemos querido. Quiero recuperar las palabras que escribí la última vez que compartí esos últimos momentos en Instagram porque al releerlo he vuelto a sentir las emociones a flor de piel, y merece la pena hacerle un hueco aquí.           View this post on Instagram                       A post shared by LA AVENTURA DE MI EMBARAZO (@aventuraembarazo) Tres hijos. Once años de lactancia. Incontables momentos maravilloso a lo largo de este tiempo. La mejor experiencia de mi maternidad. Si me llegan a decir al principio de mi primer embarazo que hoy estaría así, no me lo hubiera creído. Porque yo estaba convencida de dar biberón sí. Aunque luego leí, conocí otras experiencias y decidí dar una oportunidad a la lactancia materna. Si me llegan a decir cuando parí s mi primer hijo que hoy estaría así, no me lo hubiera creído. Porque mi lactancia materna empezó con muchas dificultades, mucho dolor y cero asesoramiento. Pero pensé que debía intentarlo, que merecía la pena, y lo conseguí, vaya si lo conseguí. Entonces no sabía si llegaría a los 6 meses, como para pensar que la lactancia materna marcaría mi maternidad y mi vida durante 11 años. Sí, ha sido la mejor experiencia de mi maternidad, y llegar a los cuatro años con mi hijo pequeño, un auténtico regalo. Él es un regalo en sí mismo, con sus hermanos aprendí, con él fui la madre que de verdad quería ser. Tres hijos, tres lactancias, once años, y se cierra un ciclo de manera definitiva. Se que no habrá más bebés, ni más crianzas, que cuando mi niño se olvide de la teta, ya será para siempre, y siento un pellizco inevitablemente en mi corazón porque lo que dejamos atrás ya no volverá. Para mi no es fácil porque ya no volveré a ser la mamá que materna y cría, dejo atrás una etapa que no viviré de nuevo jamás, pero la vida sigue, los hijos crecen y toca disfrutar otras etapas que bien merecen la penaSolo puedo dar gracias a mis crías por haberme regalado esta experiencia tan bonita y dejarme disfrutarla durante tanto tiempo, mis tres criaturas con las que he vivido tres lactancia largas , intensas y tan diferente con cada uno. Mientras, mi Bollicao y yo vamos despidiendo nuestro momento a poquitos, cada vez menos, hasta que un día no se acuerde de su teta. Ahora nos quedan los ratos fugaces en los que se acuerda, mama 5 segundos y a otra cosa. Pues ya está. Me queda toda una maternidad y una vida por delante para seguir descubriendo experiencias y la satisfacción de haber disfrutado de la crianza de mis hijos como hemos querido. No se puede pedir más.

Fuente: este post proviene de La Aventura de mi Embarazo, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado:
¿Qué te ha parecido esta idea?

Esta idea proviene de:

Y estas son sus últimas ideas publicadas:

Recomendamos