Hoy es un día muy especial.
Ayer aprendimos a superar la insatisfacción. La insatisfacción que tiene mil caras: baja autoestima, orgullo, desagradecimiento, desprecio, soberbia, celos, envidia, competitividad, sentimiento de inferioridad ? en definitiva, Miedo.
Y ya vimos también, hace ya unos cuantos días, la importancia de saber gestionar adecuadamente las emociones.
Como os decía, hoy es un día muy especial. Es nuestro último día en nuestra Agenda de Adviento de Navidad.
Bien, recordad entonces vuestro Sueño-Objetivo. Ya es una meta. A partir de ahí, poco a poco ese objetivo se ha convertido en compromiso. Ya es un compromiso. Para algunos de vosotros quizá también suponga un reto, un gran desafío personal. O quizá un propósito vital, una misión. El caso es que ya no es un mero deseo que ansiáis pasivamente. Ya no. Habéis adoptado una actitud proactiva, saliendo de vuestra zona de confort y habéis conseguido gestionarlo desde vuestra área de influencia. Tenéis en cuenta vuestra actitud personal por encima de todo. Con esa convicción, conocéis ahora el sentido de vuestro Sueño-Objetivo, siempre en base a vuestra esencia personal: vuestros valores.
Progresivamente, siguiendo las etapas, habéis tenido la posibilidad de descubrir la belleza del Ingrediente Secreto y Supremo del cuento de Navidad.
¡Ah! El Ingrediente Secreto. Ahora ya sabéis la importancia que tiene, por no resaltar cuanto menos su utilidad ante la impaciencia y la sensación de urgencia.
Con todo ello, después de estos 20 días, hoy, el 21º día, escribiréis una vez más. De hecho, lo que haréis es volcar sobre la ficha vuestra petición sincera para estas Navidades. Es vuestra Carta de Navidad. Aprovechad este día para escribirme. Contadme lo que estáis deseando, repasando las partes importantes de vuestra Agenda de Adviento. Quiero saber cómo estáis y qué es lo que deseáis. Quiero conocer el sentido que le otorgáis a vuestro deseo y los valores que lo conforman. Quiero saber todo lo que creáis que debe estar reflejado de forma sincera en vuestra Carta de Navidad. Algunos de vosotros, niños y no tan niños, me lo habéis comunicado ya. De todos modos, seguid con esta tarea, porque es vuestra Carta de Navidad. Soy Papá Coach, así que nadie más lo va a leer, si no queréis.
Hoy la escribiréis. De hecho, hoy os la escribiréis a vosotros mismos. Quiero que seáis creativos, honestos y d?xptchmmmnñ? ¡ay!, que se me vuelve a escapar. ¡El Ingrediente Supremo es Secreto! En otras palabras, para escribirla, quiero que seáis fieles a vuestros valores. Y si queréis enviármela, ¡mañana lo podréis hacer!
Descargad la ficha de hoy de la Agenda de Adviento. ¡Es mi regalo!
¡Hasta mañana!
Con gran Amor,
vuestro Papá Coach