Con el coaching, esta tarea es sumamente fácil. Consigues darle libertad y protección a la vez. Lejos de la sobreprotección y del abandono, existe el coaching aplicado a la educación. Un coaching familiar que está presente sin que lo veamos, se respira en casa pero no se sabe que está ahí. Es un ambiente familiar de respeto y libertad, aplomo y seguridad.
Ahí está la diferencia. Es un saber estar de los padres.
Cuando hay un reto que superar
Ya no les tienes que decir lo que deben hacer, sentir y pensar. Sabes qué preguntar. Sabes cómo hacerlo a fin de que sean ellos mismos los que encuentren sus propias respuestas . Empiezan a ver su problema como un reto. La motivación y el sentido de la autosuperación nacen espontáneamente sin que les tengas que motivar.
Cuando no hay problemas
Incluso cuando no hay problema alguno, consigues que desarrollen un tipo de mentalidad que les ayuda a organizarse, planificarse, dirigirse hacia lo que quieren sin prestar demasiada atención a lo que no quieren. Desarrollan el sentido de focalizarse sin que estés pendiente de que hagan lo que deben hacer. Se hacen independientes.
Para educar en valores… los suyos propios
Crear este tipo de mentalidad es posible si hay una buena base en educación emocional. Ser consciente de lo que sienten y saber qué hacer cuando sienten les lleva a descubrir lo que valoran. Entonces se centran en sus propios valores cuando tienen un reto que afrontar o simplemente como estilo de vida. Toman sus propias decisiones en base a sus valores. Los valores les orientan cuando tiene dudas.
Para sacar la sabiduría que ya tienen… y no la pierdan
De hecho, con el coaching en casa, como estilo de vida, como mentalidad familiar, tus hijos desarrollan su personalidad libremente. Al hacerlo, la sabiduría que tienen todos los niños ya no queda interrumpida. Bien al contrario. Y no la pierden, se refuerza. Todo el mundo gana.
Para crear una mentalidad para toda la vida
Por lo tanto la mentalidad que desarrollan les sirve para toda la vida. Es un estado de ser que les ayudará a afrontar cualquier circunstancia de la vida. Pase lo que pase.
Para saber pensar y utilizar las habilidades cognitivas adecuadamente… sin pasarse
En definitiva, cuando no interfieres diciendo lo que tienen que hacer, consigues lo que realmente quieres. Si lo que quieres es que tu hijo sea feliz, en realidad lo que quieres es que sea feliz a su manera. Nadie más que él sabe lo que es felicidad para sí mismo. Entonces, a través del coaching y sus preguntas, tu hijo sabe pensar, cuestionarse las cosas, prestar atención a lo que quiere, focalizarse en sus tareas y sus objetivos, mantener la disciplina sin esfuerzo, auto-motivarse de forma independiente, recordar sin memorizar con técnicas arduas. Sabe pensar adecuadamente sin que le tengas que decir lo que tiene que hacer. Él sabe lo que siente y lo que quiere hacer.
Para que sean ellos mismos… libres!
Por todas estas razones, el mejor regalo que les puedes hacer es ser el coach de tus propios hijos.
El mejor regalo eres tú.