Hoy voy a comenzar este post pidiéndole prestado a mi amiga Alicia una frase. Alicia es la autora del blog Orden y Limpieza en Casa y la frase es: Vivir se basa en acumular experiencias, pero no cosas. Se la cojo prestada (en compensación te recomiendo que sigas su fantástico reto " 21 días para tener tu casa en orden") porque me viene al pelo para aterrizar una sensación que me viene rondando por la cabeza desde hace unos días, incluso semanas.
En esta ocasión, lejos de escribir mi opinión o contarte mi experiencia, el post lo vas a escribir tú. El ejercicio es sencillo. Coge un papel y un bolígrafo y trata de apuntar el último regalo de cumpleaños que le hiciste a tu hijo (no vale si cumplió años hace unos días) ¿Lo tienes? Seguro que era algo que quería de mucho querer. y seguramente nada barato. Ahora piensa, ¿cuánto le duró la emoción? ¿Ha reemplazado a cualquier otro juguete viejo? ¿Sigue disfrutando con él a diario? ¿Te ha pedido algún complemento para ese juego o juguete?
Ahora piensa y escribe el último día que le dedicaste a tu hijo una tarde/mañana/día por entero para él. Sin más preocupaciones que la de pasároslo en grande, sin subir nada a las redes sociales, ni contestar al móvil, sin tener que parar el juego para poner la lavadora, tender o dar una vuelta a las lentejas, no vaya a ser que se vayan a pegar.. Montando en bici, paseando por la ciudad, haciendo manualidades o cocinando con él. Y ahora te pregunto, después de esa mañana/tarde/día ¿cuánto le duró la emoción? ¿lo sigue recordando ¿Te ha pedido algún otro plan contigo?
¿De qué les sirve a nuestros hijos tener tantos juguetes si no te tienen a ti? No debemos regalarles más juguetes de los que son necesarios (que no son muchos) . Debemos regalarles experiencias y tiempo (de calidad) y les estarás regalando vida.
¡¡¡FELIZ LUNES!!