En este vídeo os doy las claves de cómo diferenciar un portabebé ergonómico del que no lo es. Todo portabebé ergonómico debe permitirnos colocar al bebé en posición de ranita a la vez que nos permita a nosotros mantener una posición adecuada. Por lo tanto, los portabebés no ergonómicos no aseguran lo anterior y son los que ofrecen la posibilidad de llevar al bebé mirando hacia adelante.
Posición de ranita
Es la posición que permite que la espalda del bebé esté bien contenida en forma de C, las caderas estén en forma de M con las rodillas por encima de las caderas y a la anchura de sus hombros, y que el adulto que cargue al bebé pueda darle un beso en la cabeza sólo con flexionar la cabeza.
No es recomendable llevar al bebé con las piernas colgando hacia abajo porque puede causarles a largo plazo, displasia de cadera. Tampoco deberíamos llevarlos viendo hacia adelante porque la columna vertebral suele perder el correcto posicionamiento en forma de C.
¿Por qué debería comprarme un portabebé?
Los recién nacidos necesitan ser sostenidos, el mantener un contacto físico cercano con su cuidador tiene beneficios físicos y psicológicos para el bebé. Además, los portabebés permiten que el cuidador tenga las manos libres para poder realizar otras actividades.
Si tu bebé sufre de reflujo o de cólicos, la ligera presión sobre el abdomen y la posición vertical –que se adopta en el portabebé– ayuda con los problemas de gases. Además, es más fácil calmar a un bebé cuando se acurruca y se mece al ser transportado dentro del portabebé. Por último, los traslados son más fáciles de hacer que con el cochecito ya que puedes maniobrar mejor en lugares con mucha gente, mientras paseas al perro, usas el transporte público, visitas sitios turísticos, etc.
Administrador Fisioterapia