El otro día, cuando estábamos esperando la salida de los niños del cole, salió el niño al que le tocaba ser "maquinista" con un cartel escrito en una cartulina en la que se nos invitaba a subir a los padres a ver el aula. Nos querían enseñar el sistema solar que habían estado haciendo. Con una cartulina habían hecho un sol y a su alrededor, sujetos del techo con hilo de pita, orbitaban la bolas de poliespán pintadas por los niños. Los niños agarraban de la mano a sus madres y padres y les enseñaban emocionados sus rincones favoritos de la clase. Estaban muy contentos y nos señalaban orgullosos Marte o Urano. Los padres ya conocíamos el aula de cuando se va a hablar con el "maisu" para el seguimiento evaluativo de los chiquillos. El aula es sencilla. Tiene unos rincones para dibujar, jugar, etc, y es un poco pequeña para los 23 niños. En una pared están colgadas en fila las batas, cada una debajo de su nombre "Esta es la mía Aita". Por todos lados se ve el trabajo de los profesores y cuidadores para que el entorno de los niños sea amable, luminoso, estimulante y divertido. El cole no es muy bonito, es un colegio público de un barrio obrero, pero en las aulas de los pequeños se ve el esfuerzo de transformación y la ilusión con la que los profesores hacen su trabajo.
El sábado fue la jornada de trabajo voluntario para mejoras en el centro que organiza la AMPA. Ante los recortes y la falta de medios, el AMPA con sus pequeños medios financieros, un poco de pintura, una pocas herramientas y el trabajo y la ilusión de algunos (pocos). Cada uno va a ayudar en lo que sabe hacer y puede. Unos arreglan enchufes y cosas de electricidad, otros hacen reparaciones de albañilería, otros pintamos. A mí siempre me coincide la fecha con la celebración del cumpleaños de mi cuñada y como no hay que tener muchos encontronazos con la familia política jejejejeje, sólo voy por la mañana. Procuro ir de los primeros y apuro la hora de salir para aprovechar el poco tiempo hasta el mediodía. La AMPA organiza una guardería, para los que no pueden dejar a los niños en otra parte, un hamaiketako, y una comida. También algunos niños que son un poco más mayores se apuntan a ayudar en pequeñas tareas.
Me gustaría poder escribir que es una jornada de éxito total, pero nunca se acaba de realizar toda la lista de tareas y no somos la mayoría de las madres y padres los que nos implicamos.
Es muy importante la relación construimos con el colegio de nuestros hijos, no se trata sólo de vestirlos de aldeano por Santa Águeda, hay que implicarse un poco. En unos huevos con jamón la gallina colabora, pero el cerdo se implica.
El otro día, cuando los niños nos subieron a ver el sistema solar que habían hecho en el aula, pasó algo curioso. Las escalera por las que se sube a la primera planta a medio camino se bifurcan. Todos los niños guiaban a sus padres por el mismo tramo. El leoncito tiró de mi mano y simplemente me guió para subir por el otro tramo de escaleras, por el que no subía nadie. -Está bien- Pensé ? Sigue su propio camino.