Hace tiempo que no escribo nada en el blog y por eso creo que lo primero es disculparme, pero cuando uno dispone de poco tiempo prefiere dedicárselo a estar con su hijo que a hablar sobre él. Pero bueno, he sacado un rato voy a teclear un poco.
El otro día estuve escuchando en el Programa de Julia Otero a una policía experta en acoso escolar, recomiendo escuchar el audio colgado en la web de Onda Cero. En el programa se comentaba como el acoso escolar se agudizaba por la presencia de las redes sociales y los teléfonos móviles en las escuelas y colegios. Cuando yo era pequeño siempre había un refugio para escapar de los abusones, a algunos sólo los veías en el colegio y desde luego en casa no se te metían. Ahora con las redes sociales no hay escapatoria, a los niños les persigue el bulling las 24 horas del día.
El colegio es donde nos convertimos en seres sociales y aprendimos a movernos entre extraños que forman parte de un entorno nuevo. Hay roles, reglas sociales, jerarquías, normas y diferentes formas de nadar en estas aguas turbulentas. Ha sido siempre así. Pero todos no somos iguales y la diversidad y su riqueza no siempre se respeta (más bien nunca), debe ser una de esas cosas que se obvian en post de unos objetivos que siempre son más importantes, aunque no sepamos muy bien quién lo ha decidido así. Me estoy poniendo metafísico, así que voy a echar el ancla y ver si retomo el hilo, jejeje. Como decía aquella canción de Aerosmith, …lifes a journey not adestination… Si la vida, las relaciones humanas, la educación se tomasen como lo que son , un camino, no se tendría tan en cuenta los objetivos, sino la manera en como se intentan conseguir. No es lo mismo subir una montaña en teleférico que caminando, aunque las vistas desde arriba sean las mismas. No, aunque el que intento subirla caminando fuese incapaz de subir más allá de la mitad, la experiencia y el aprendizaje no son equiparables, uno habrá subido media montaña y habrá aprendido muchas cosas, el otro no. Pero somos así, estamos obsesionados por los resultados, por destacar , no importa el modo como se consiga. Más en un país donde hay un gusto por los atajos como en este. Los atajos no llevan nunca al mismo destino, No, en lo esencial no.
Y en ese contexto el cole se crea como una sabana africana donde todos metemos a nuestro cachorro, todos distintos, todos diversos, cada uno con sus habilidades y sus carencias, valores, entornos familiares y sobre todo, su forma particular de jugar el juego social. La oportunidad es impresionante, todas esas personitas modelables como la arcilla, con la mirada llena de curiosidad y ganas de aprender, enriqueciéndose los unos a los otros, construyendo juntos, aportando cada uno sus habilidades y aprendiendo de las del otro. Reforzando los vínculos y el respeto al distinto, al otro y lo que nos puede aportar. Qué bonito tó!!
PUES NO.
Lo que se hace es valorar más unas habilidades y virtudes más que otras y establecer objetivos de acuerdo con esta idea. Cuanto antes se alcancen los objetivos mejor y no importa el modo. Y no hablo sólo de objetivos didácticos, por si alguien se ha perdido, hablo de cómo se supone que es la forma correcta de ser dentro de esta micro sociedad que es un colegio. Y el objetivo numero uno es destacar y no importa cuantas cabezas se pisen para estar lo más arriba posible.
Además los roles , las formas, el uniforme está bien definido. Los niños tienen que ser de determinada manera y las niñas de tal otra, destacar en este juego, vestir de tal manera, tener tal o cual cosa, etc… y si no es así no se es aceptado en el grupo. Todos hemos ido al cole y sabemos de que hablamos. Es como si en un jardín donde crecen muchas flores sólo se valorasen los narcisos. Y los narcisos están bien y son bonitos, pero las demás flores también lo son y deberían tener derecho a florecer. Pues no, se les enseña a fingir que son narcisos, a esconder su olor, a teñir sus pétalos, a reprobar a las otras flores que no hacen como ellas y fingen ser narcisos. Porque esa es otra que se te ocurra reclamar tu sitio en el jardín siendo un tulipán, una margarita o una rosa, te podan. Si no eres de determinada manera mejor no destacar, mejor ser invisible ese es el mensaje que reciben los niños en el colegio, así de cruel, por la forma más fácil de destacar sobre otros es subirse sobre sus espaldas y humillándolos. El distinto siempre es una amenaza. Ese tipo de jerarquías y de modelo de liderazgo es un desastre y hace mucho daño a los niños, y lo peor es que algunos no se dan cuenta de cuanto les a modificado y como les ha enseñado a ser convertirse en miembros de un rebaño. Además el modelo se reproduce luego a mayor escala en la sociedad y en el mundo adulto, sólo hay que echar un vistazo crítico alrededor y a la historia.
Por ahí hay algunas flores con cicatrices en el tallo que a pesar de todo supieron florecer únicas y plenas y son las más bonitas del jardín, para esas flores un beso y este post.