Todas hemos visto la típica imagen publicitaria de una mujer embarazada casi perfecta. Alta, delgada, guapa y con un bombo que parece que se ha colocado ella misma o que lo tiene casi a modo circunstancial. Una imagen atípica, falsa y distorsionada que, a pesar de representar, en todo caso, a una minoría casi imperceptible del colectivo de embarazadas....
Las mujeres de los catálogos de embarazadas están muy felices y sonrientes. Tienen el pelo perfecto y los muslos más delgados que muchas chicas de 15 años. Además, parecen independientes y activas, sin aspecto alguno de estar cansadas, tener sueño o ganas de hacer pis. En otras fotos, éstas aparecen con sus maridos. También parejas perfectas, amables, comprensivos y super involucrados en el embarazo, en aparencia. Vamos, que se nos vende un auténtico Mundo Feliz.
¿Esto influye a la percepción que se tiene hoy en día del embarazo? Aunque hay muchas campañas, asociaciones y canales informativos independientes donde se lucha por la imagen real de un embarazo real, creo que las marcas prefieren continuar engañando con estos mensajes felices.
Estaréis de acuerdo conmigo en que, por lo que sea, mucha gente prefiere ver a estas chicas maravillosas antes que a la verdadera embarazada que, muchas veces, y al contrario de lo que probablemente ella quisiera, ni tienen un físico tan espectacular, ni esa vitalidad y sonrisa, la mayor parte del día.
El embarazo es precioso, no me cabe duda. Pero también es duro y delicado ¡no es tan fácil como lo pintan! ¿Qué decís vosotras?
Fuente. Bebesymas.