Estos días se está hablando mucho de desarrollo sostenible y de consumo responsable.
La frase de María de Latitude: no se trata de que una parte del mundo consuma a morir y otra parte produzca a morir en el programa televisivo Salvados, se ha convertido en viral.
Es una frase muy dura, pero de la que todos somos co-responsables.
Puedes decirme ya pero aunque yo consuma menos y compre productos de comercio justo y de economía verde, no voy a hacer nada para cambiar el sistema.
Bueno, como digo siempre: un mosquito no puede hacer nada contra un rinoceronte pero mil mosquitos pueden hacer que un rinoceronte cambie de dirección.
Por eso creo de verdad que cada granito de arena que aportemos, promoviendo un comercio justo, digno y de calidad para todos, cuenta mucho.
Y esto es algo que debemos transmitir también a nuestros hijos/as. Primero con nuestro ejemplo como consumidores responsables (puedes empezar por tu armario con estos consejos que publiqué hace un tiempo), y segundo explicándoles que hay otra manera de comprar y de consumir.
Y ya sabes que los niños aprenden jugando, por eso este juego que nos trajeron los Reyes Magos me gusta tanto. Un juego cooperativo sobre comercio justo que nos enseña valores como la cooperación, derechos humanos y desarrollo sostenible.
¿Qué es el Comercio Justo?
El Comercio Justo es una forma alternativa de comercio internacional que tiene en cuenta los derechos humanos, la preservación del medio ambiente y la ética empresarial, más allá del beneficio económico.
Son productos de gran calidad, no sólo material, sino también social y medioambiental.
Son productos elaborados con dignidad, que provienen de los países más desfavorecidos por el comercio internacional.
Los productores, organizados en cooperativas u otras formas participativas, obtienen precios más justos, lo que les permite mejorar sus condiciones de vida y las de su comunidad, y decidir sobre su propio desarrollo.
Existen organismos y empresas que promueven el comercio justo en todas las comunidades autónomas.
En Mallorca en concreto, yo colaboro con la red de tiendas de comercio justo S’altra Senalla y ha sido gracias a ellos que hemos podido incorporar productos de comercio justo a nuestro Atelier, como las tan demandadas cestas de yute para organizar los espacios de juego, elaboradas por mujeres de Bangladesh.
Además, en casa los productos de comercio justo y ecológicos son prioritarios en nuestra cesta de la compra, si bien los alimentos frescos intentamos comprarlos siempre de temporada a productores locales que cultiven de forma ecológica y sostenible.
¿Cooperar o competir? Los juegos cooperativos
Los juegos cooperativos son juegos en los que se promueven actitudes de sensibilización, cooperación, de comunicación, respeto y solidaridad.
En los juegos cooperativos:
Las personas juegan con las demás y no contra las demás.
Juegan para superar desafíos u obstáculos y no para superar a los otros jugadores.
Se busca la participación de todas las personas.
Se da importancia a metas colectivas y no a metas individuales.
Buscamos desarrollar las actitudes de empatía, cooperación, aprecio y comunicación.
No se discrimina a las personas que tienen dificultades.
Sabiendo esto ahora, ¿qué prefieres un juego cooperativo o un juego competitivo? ¿Cuál te parece más enriquecedor?El chocolate mágico: Un juego de mesa cooperativo sobre Comercio Justo
Si queremos enseñar a nuestro hijos qué es el comercio justo, y que lo entiendan, este juego que nos regalaron los amigos de Veobio por Navidades es sin duda un acierto.
Una manera divertida e interactiva de entender de forma visual y vivenciada el sistema de producción-explotación-comercialización de Occidente y conocer la alternativa que sería más justa y equilibrada para todas las partes.
Esto es algo que todos los pre-adolescentes, que ya comienzan a desarrollar sus propios hábitos de consumo (lo veo cada día en el instituto de secundaria donde trabajo), deberían tener bien interiorizado para que después pudiesen elegir qué comprar y cómo comprar con más consciencia y responsabilidad.
Porque el comercio justo no es solidaridad, es responsabilidad.
Evidentemente no es un juego para niños muy pequeños, por eso lo recomendaría a partir de los 7 años en adelante.
¿En qué consiste el Chocolate Mágico?
El poderoso Rey Sanguijuélez VI, "Señor del Comercio", ha conquistado la isla de los indios Chocolalt.
Para que produzcan masivamente su apreciado cacao, les obliga a trabajar en condiciones de semi-esclavitud.
Todavía estamos a tiempo de ayudarles: Liberarán sus tierras si, trabajando en equipo, elaboramos un chocolate mágico cuyo ingrediente principal sea un cacao cultivado en libertad y de forma natural, que solo encontraremos en algunas pequeñas tiendas repartidas por la ciudad...
¿Dónde encontrar El Chocolate Mágico?
Como te decía antes la familia Veobio (de los primeros colaboradores del blog, te los presenté aquí), nos lo regalaron estas Navidades por sorpresa. En realidad fue un regalo más para mí porque lo utilizo con mis alumnos de secundaria, y me encanta ver cómo los chavales de 12 a 16 años se cuestionan a sí mismos sobre sus propios hábitos de consumo, comprobar sus puntos de vista y las conclusiones a las que llegan.
Me parece que es un juego que aporta mucho más de lo que puede parecer un simple juego de mesa. Además al tratarse de un juego cooperativo, implica otra forma de jugar y de posicionarse que es siempre muy enriquecedora para el grupo; mejora la cohesión y la convivencia y también aumenta el entusiasmo. Lo recomiendo muchísimo.
Puedes conseguirlo en la web de Veobio donde también encontrarás otras opciones de juegos cooperativos adaptados a varias edades, desde los 3 años.
¿Conoces algún otro juego en esta línea? ¿Me dejas la referencia? ¡Mil gracias!
<<Poco a poco un poquito se convierte en mucho. - Proverbio de Tanzania>>
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