Enseñar de manera divertida

El aprendizaje durante los primeros años de nuestra vida marcará las pautas para el resto de nuestra vida, por eso, hacerlo de manera lúdica y divertida es un reto al que se enfrentan padres, maestros y todos los profesionales de la educación.

Gracias a internet, hoy encontramos a nuestro alcance algunas herramientas muy útiles para conseguir nuestro objetivo.

Enseñar es uno de los artes más complicados que existen y hacerlo de manera amena para los más pequeños es un objetivo al que aspiran llegar todos los profesionales de la educación y los padres que desde casa educamos a nuestros hijos.

Uno de los recursos más accesibles de los que disponemos actualmente es internet donde podemos encontrar miles de opciones.

Una de estas opciones a las que acuden maestros y profesores es Pintamania donde se pueden encontrar recursos divertidos y educativos para niños Chistes, Adivinanzas, Dibujos para colorear, Poesias,Frases bonitas, juegos infantiles, etc.

Refuerzo del trazo y aprensión del lápiz

En las primeras fases de la etapa de educación infantil, entre los 3 y los 5 años, es fundamental el trabajo de motricidad fina, el control mano-ojo y la capacidad de aprensión de la mano, que permita al niño sujetar con firmeza el lápiz y realizar con el trazos firmes y definidos.

Con el objetivo de trabajar estos aspectos, el juego con plastilina puede ser muy útil. Otro de los recursos perfectos para esta etapa son los dibujos para colorear. Gracias a este recurso los niños aprenden de manera lúdica a sujetar el lápiz, realizar trazos seguros y a fomentar la creatividad.

El comienzo de la lectura

A partir de los 5-6 años comienza la etapa de la lectura y es fundamental que este hábito está bien arraigado, sobre una base sólida creada sobre el placer de la lectura y no sobre la obligación impuesta de completar una serie de minutos al dia.

La práctica y la constancia en este área es fundamental para poder llegar a dominar, no solo la velocidad de lectura, sino también la comprensión lectora.

Una buena opción en esta etapa es recurrir a chistes y adivinanzas que consiguen atraer la atención de los primeros lectores y mantener el interés por seguir leyendo más allá de lo obligatorio.