Hoy os enseño un álbum ilustrado de estructura dialogada que nos encanta, con un lenguaje sencillo adaptado a los peques a partir de los 3-4 años.
Es una historia entrañable, que desprende ternura en cada palabra, con pinceladas de humor y cargada de valores tales como la amistad, la bondad y la generosidad. Así como la importancia de la unión y la compañía para superar las dificultades.
Os cuento un poquito la historia:
El oso Ernesto y la ratita Celestina, que son muy buenos amigos, salen un día de frío invierno a pasear. La pequeña se lleva consigo a su peluche favorito, Simeón y cuando vuelve a casa el pingüino no está.
¡Cuánto se disgusta la ratita Celestina por perder su peluche preferido!
Celestina sufre mucho la pérdida de su pequeño Simeón, está muy triste y nada la consuela; al día siguiente el oso Ernesto, su fiel amigo, decide salir en su búsqueda, y es tanta la insistencia que pone por dar con el pingüino de su querida amiga que finalmente lo encuentra pero en un estado muy lamentable (¡podre Simeón!). Por este motivo, decide pasar por la tienda y comprarle otro pingüino de trapo.
Y es que... ¡Para eso están los amigos! Para ayudarnos cuando más lo necesitamos, para hacernos reír, apoyarnos y cuidarnos.
Como no hay ningún pingüino, opta por llevarse un arsenal de peluches: conejos, pollitos, niños, patitos, niñas, ositos, duendes… pero ninguno es del gusto de la pequeña, ella quiere a su mascota, no quiere otra diferente. Celestina solo quiere a su pingüino Simeón.
Y es que a veces es tanto el cariño que tenemos a nuestros objetos que no podemos cambiarlos por otros aunque sean mejores o más nuevos.
Tras mucho pensar, Ernesto halla la forma de reemplazar a Simeón, le pide ayuda a Celestina, esta lo dibuja por partes y él consigue su propósito, que Celestina vuelva a ser feliz.
¿Y que hace Ernesto con el arsenal de peluches que compró
en la tienda?
¡Algo maravilloso! Decide colocarlos todos en el árbol de Navidad e invita a toda una enorme familia de ratones a recoger su regalo navideño. ¿No os parece una idea genial? Ay, este Ernesto que corazón más grande tiene. Qué contenta debe estar Celestina de tener un amigo como él.
Las diferencias entre los protagonistas son más que evidentes tanto desde el punto de vista físico, como por sus personalidades. Y este contraste resulta encantador.
Las ilustraciones que acompañan al texto son muy bonitas. Son imágenes con colores suaves en tonos amarillos, grises, marrones y rojizos, de trazos sueltos y estilo abocetado. Me fascina el contraste entre las escenas gélidas del exterior y el ambiente cálido del interior de la vivienda.
Como en todas las historias de estos personajes tan entrañables, destacan valores como el amor, la amistad, la generosidad o el poder de la imaginación.
Además, en esta historia en concreto, se habla de manera sencilla y estupenda de asuntos tan dolorosos para los peques como la pérdida, el duelo y el apego a esas objetos especiales que le hacen sentirse bien y protegidos.
ERNESTO Y CELESTINA HAN PERDIDO A SIMEÓN
Texto e ilustraciones de GABRIELLE VINCENT
Traducción de JUAN RAMÓN AZAOLA
Encuadernado en cartoné. 24 x 22 cm.
Nº de páginas: 32
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