En el post Técnicas para aprender a recortar hablamos sobre esta técnica, que nuestr@ niñ@ puede empezar a practicar al alrededor de los dos años y medio de esta forma se puede entrenar la direccionalidad y el control del espacio.
Es importante trabajar la motricidad fina de los niños a temprana edad 2-3 para evitar problemas como la digrafía, la cual dificulta que los mismos aprendan a escribir a temprana edad o por lo menos en la edad prevista para los demás niños. De igual manera por medio de un aprendizaje apropiado se puede corregir problemas musculares en la mano.
Hoy os presentamos una forma de estimular la motricidad fina desde casa. Tan solo necesitaréis descargar los ejercicios que hay al final del post, un punzón y una esterilla.
Cómo trabajar la motricidad fina con el punzón
Trabajar la motricidad fina en los más pequeños es algo muy importante para su desarrollo. Su correcta estimulación favorecerá el aprendizaje de la escritura favoreciendo una correcta grafomotricidad y evitando posturas incorrectas al sujetar el lápiz, puesto que el punzón es un elemento similar a este y la forma de utilizarlo es la misma sólo que los resultados son diferentes.
Esto le ayudará a ser más preciso en sus producciones, a no salirse de la línea al pintar, etc.
La utilización frecuente y progresiva de esta técnica facilitará el manejo del lápiz y dará mayor seguridad al niño cuando vaya a escribir o hacer trazos específicos. Por ello, tiene un gran valor aprender a tomar el punzón de manera adecuada, ya que requiere de atención y coordinación manual del niño para que los puntos perforados no queden dispersos entre sí, sino que guarden una distancia semejante y se conserve la figura seleccionada.
Por lo tanto, el picado constituye un ejercicio fundamental de entrenamientos psicomotor; no sólo inhibe los movimientos manuales que se deben restringir, sino que también actúa sobre la estabilidad de la atención y de la conducta.
¿Cómo usar el punzón?
El punzón es un cilindro de madera o plástico que acaba en una punta afilada que suele ser de metal. Es perfecta para perforar las hojas de papel y a los niños les encanta.
Hemos observado que esta actividad motiva mucho a los niños por el solo acto de perforar el papel y además por la textura que produce la perforación y las figuras creadas, produciendo sorpresa para el niño, puesto que lo que se pica por un lado saldrá por el otro lado y esto para el niño es novedoso y mágico.
Con esta técnica se pueden realizar multitud de actividades, desde manualidades hasta actividades de orientación y lectoescritura. Se trata de una herramienta muy útil para substituir a las tijeras cuando aún no saben usarlas.
fichas para aprender a picar
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