Los primeros fueron de chocolate blanco y chocolate negro.
Los segundos de chocolate con almendras.
Los últimos de coco y chocolate.
Nos quedaron pendientes los de chocolate negro (al 72%) con naranja, pero se nos hizo más tarde de lo esperado y los hemos dejado en el tintero para la próxima.
* Para los de almendra (nos salieron unos 18 bombones):
1º. Picamos con un mortero 40 gr. de almendra tostada (en nuestro caso la tostamos después picadita).
2º. Mientras ponemos a derretir 150 gr. de chocolate preparamos los moldes. Pueden ser especiales para bombones o una cubitera con formas que nos guste.
3º. Cuando el choco esté bien derretido añadimos la almendra y mezclamos muy bien.
4º. Una vez hecho esto, metemos con una cucharita la mezcla en cada uno de los moldes. Cuando estén llenos damos unos golpecitos con la cubitera en la mesa para que salga el aire y se puedan llenar bien.
Si queremos podemos pasar una rasqueta por la superficie para quitar el chocolate sobrante y aprovecharlo.
5º. Cuando están los moldes listos los dejamos enfriar un buen un rato a temperatura ambiente y después metemos en la nevera. (Si hay mucha prisa se pueden poner un rato en el congelador).
* Para los de coco el procedimiento es el mismo:
150 gr. de chocolate
25 gr. de coco rallado y tostado
Estos los quiso acabar el más peque de la casa.
Y una vez acabados los tres tipos, los moldes se veían así:
Los niños quisieron elegir la forma según el bombón así que todos los moldes contenían de todos los tipos.
Y al día siguiente al despertarnos, los desmoldamos.
¡¡¡Y que ricos que están!!!