Sea cual sea su edad, y para librarte del consabido me aburro, sería bueno que te fueras organizando ya. Ayuntamientos, ludotecas, cines y otras actividades organizadas pueden resolverte una parte del entretenimiento; el resto dependerá de vosotros mismos.
Échale imaginación
Las siguientes actividades te permitirán romper con la rutina:Manualidades navideñas: los niños disfrutan de lo lindo haciendo actividades y manualidades relacionadas con la Navidad. Puedes imprimir algunos dibujos de Navidad en edufichas.com. También puedes hacerte con un puñado de cartulinas, pegamento y goma eva y seguir algún tutorial que enseñe a hacer manualidades divertidas.
Una jornada de cocina: enseña a tus hijos, siempre guiados por ti, a cocinar un plato que no sea complicado y con el que no tengan que usar demasiado los fogones. Puede resultar divertido que el día anterior elijáis la comida que prepararán. En BABYCOCINA te recomendamos nuestro especial recetas para hacer con niños.
Dramatizar un cuento: elegid conjuntamente una historia y planificad cómo representarla. Deja que lleven la voz cantante. Dales lo necesario para que se disfracen y olvídate de ellos mientras montan la función.
Salón de belleza: que decidan ellos mismos los papeles: peluquero/peluquera, clienta/cliente, esteticista, y ofrécete para ser un personaje concreto. Proporciónales maquillajes que ya no uses.
¡A bailar!: el baile divierte a los niños y los cansa. Pon a todo volumen unos villancicos y deja que den rienda suelta al movimiento durante un buen rato. También podéis hacer algún juego de karaoke; les encantará sentirse como auténticas estrellas.
Planifica una fiesta
Propón a tus hijos que, junto con algunos amigos, organicen una pequeña fiesta. ¿El motivo?, divertirse sin más.Deja que sean ellos los que la planifiquen: invitados, menú, a qué hora la celebrarán, confirmaciones de quiénes irán.
Acompáñales al supermercado, pero que decidan ellos qué quieren comprar. Supervisa los alimentos, pero déjales que lleven la batuta. Decidir les divierte.
La decoración (en platos y vasos, guirnaldas, globos…) les mantendrá entretenidos.
Márcales pautas más flexibles de lo normal, y piensa que cuanto menos intervenimos los adultos, mejor se entienden entre ellos.
Organízate: haz una agenda
No lo dejes todo en manos del azar o de la casualidad. Aunque la propuesta pueda parecer exagerada, una buena organización contribuirá a que te sientas con más seguridad y tranquilidad.Si ninguno de vosotros se queda con los niños, asegúrate de dejarle el planing a la persona que los cuide esos días.
Apúntate, en primer lugar, todas las actividades que puedan gustarles.
Adjudica cada una de esas actividades a un día concreto. Es posible que después, y dependiendo de las apetencias de tus hijos, modifiques ese cuadrante, pero al menos tendrás un punto de partida. Es importante que no les impongas cómo divertirse y que todo esté sujeto a pactos entre tú y ellos.
No debes olvidarte, tampoco, de un detalle que puede ir en tu contra: la climatología. Si llueve, hace mucho frío o nieva quizás no podáis salir. Por eso debes tener alguna otra alternativa atractiva para ellos.
En casa, no te atribuyas todas las tareas del hogar. Repártelas entre tú y tu pareja para que ambos podáis tener ratos libres para dedicarles. También es buena idea hacer que los más pequeños ayuden en el hogar. Podéis organizar juegos o algún sistema de puntos con el todo el que colabore se ganará una pequeña sorpresa.
Procura que los contratiempos, como tener que buscar una canguro o recurrir a los abuelos, de pronto, lo sean menos. Ten claro qué días te pueden echar una mano y cómo contactar con ellos.
Haz una lista con los teléfonos de los niños más amigos de tus hijos. Por su puesto, déjales el tuyo. Llegado el caso, las madres o padres podéis organizar una salida conjunta o pedir, determinados días, que alguna de esas familias se encarguen de tus pequeños y, en compensación, ofrecerte tú para hacer lo mismo otro día. Así podrñas hacer cosas pendientes.
Es posible que, estos días, sientas que no das abasto para dedicarte a los tuyos y, además, atender las cuestiones cotidianas y la laborales. No te preocupes, a todos nos pasa. Lo más importante es que actúes con calma y desde el amor y el respeto absoluto hacia ti y los tuyos. Recuerda que con organización todo es posible. Asegúrate de ofrecer juegos, actividades y diversión a tus hijos, y sobre todo, hazlos sentir queridos y partícipes en estas fiestas familiares tan especiales.