Siempre esperamos con ilusión las nuevas incorporaciones editoriales de las amigas de Gato Sueco (te las presenté hace un año aquí), porque sus cuentos nórdicos nos encantan, son cuentos muy pensados de literatura respetuosa para niños que muestran el mundo en toda su diversidad y están cargados de valores.
Pero su última novedad, La niña de muy lejos, es que nos tiene cautivadas, y a F. también que no para de decir cuánto le gusta la historia y lo que le fascinan las ilustraciones (y hay que tener en cuenta que él dibuja habitualmente urban sketchers y se fija mucho en estas cosas).
Y es que La niña de muy lejos es un cuento para niños, pero también para adultos, con unas ilustraciones que te apresan el corazón por el impacto inmediato que tienen en tu esfera emocional.
Un cuento que habla de sentimientos profundos
Una tarde llama a la puerta de Grisela una niña pequeña. A Grisela no le gusta, porque prefiere estar sola. Pero con la niña llega a su vida algo nuevo que lo cambia todo…
Una historia tan sencilla y sin embargo la complejidad de sentimientos humanos que abarca: la soledad, el aislamiento, el miedo, el sentimiento de pertenencia a un grupo, la confianza, la empatía, el amor…
Sentimientos en los que todos nos sentimos reflejados y reconocemos.
Con la llegada de la niña a la vida gris y solitaria de Grisela, algo en ella renace y aún resistiéndose en su mente, su corazón acoge con los brazos abiertos a esta niña que necesita ser salvada, y en ese proceso, se salva ella misma.
Es precioso.
Un cuento para tu niña interior cargado de simbolismos
Este cuento puede tener muchas lecturas, para mí la niña representa la niña interior de Grisela, que permanece llena de vitalidad, alegría y calidez, pero está sola y desamparada, necesita que alguien la cuide.
Y al hacerlo, Grisela, que está aislada física y emocionalmente, consigue salir de su refugio de soledad para abrirse al mundo y encontrarse a sí misma en otro lugar, acompañada del calor humano, del amor al fin y al cabo.
El cuento refleja todo esto con un montón de simbolismos bellísimos, empezando por el tratamiento de los colores en las ilustraciones, que van pasando de los extremos negros, grises y blancos que simbolizan el recogimiento, la soledad, el miedo, el estar perdido de uno mismo,… a los cálidos y envolventes rojos, naranjas y amarillos que aporta la niña, colores que traen la luz, la alegría, el calor, la vida.
Luego están esos contrastes sutiles que nos hablan de la dualidad inherente al ser humano: Grisela está dentro de la casa, la niña está fuera, dentro hace calor y fuera mucho frío, Grisela es seria y ermitaña, la niña es alegre y extravertida,…
Un cuento premiado
Las autoras, Annika Thor y Maria Jönsson, han hecho un trabajo fabuloso.
Entiendo perfectamente que haya sido premiado con el prestigioso premio Elsa Beskow al mejor cuento ilustrado 2015 en Suecia (ya sabes además que soy fan de los cuentos vintage de Elsa, son muy antiguos y sin embargo todavía actuales, te hablé de uno de sus álbumes, Los niños del bosque, aquí).
La niña de muy lejos es un cuento absolutamente precioso y cautivador. Uno de esos libros que vale la pena tener en la biblioteca familiar y que por supuesto no hemos dudado en incorporar a nuestro rincón de libros mágicos del Atelier, si te interesa puedes conseguirlo aquí.
Sorteo del cuento ilustrado “La niña de muy lejos”
Y como es habitual con Gato Sueco Editorial, ahora tienes una oportunidad de recibir un ejemplar como regalo, participando en nuestro sorteo.
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Grisela se durmió al final y empezó también a soñar. Soñó con un lugar donde no había estado jamás. – extraído de La niña de muy lejos.
Aguamarina
Fuente: este post proviene de De mi casa al mundo, donde puedes consultar el contenido original.
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