Hay quienes extreman las medidas de precaución en casa de una manera casi obsesiva, pensando que esta atención desmedida privará a sus hijos de los riesgos. Seguramente en cierto modo sea así, pero tampoco conviene exagerar, como ocurre con otras muchas facetas relativas al desarrollo del niño.
Lo normal, o más común, es colocar protectores en las esquinas de las mesas, así como barras de seguridad en ventanas o terrazas. Los protectores en los enchufes o en las escaleras también son frecuentes en las casas donde hay peques.
Multitud de expertos en psicología infantil advierten de la importancia de que los niños, salten,corran, jueguen y se caigan una y las veces que haga falta, y así, vuelvan a levantarse solitos, y a tomar las lesiones, siempre y cuando sean leves y puntuales, como parte natural de sus horas de juego o de su vida diaria.
Os dejo con un reportaje sobre un estudio que se hizo hace meses que hacía referencia a las lesiones evitables en niños.
¿Vosotros extremásteis mucho las medidas de seguridad en vuestros hogares, con la llegada del bebé?
¿Os habéis llevado muchos sustos en este contexto?