Siempre se me dieron bien las matemáticas. Igual que a mi hermana. Y en eso tuvo parte de culpa nuestro padre, que desde bien pequeños nos enseñó entre juego y juego a sumar y restar. Y más tarde a multiplicar y dividir. El resto del camino ya tuvimos que recorrerlo solos, pero él nos dio ese primer empujón bastante antes de que lo hiciesen en el colegio. Pero también es verdad que si exceptuamos la Universidad, donde suspendí dos exámenes de historia, los únicos exámenes que suspendí en mi época de la ESO y Bachillerato fueron de matemáticas. Esa asignatura que la gran mayoría de los alumnos marcan en rojo al inicio de cada curso.
Para evitar ese estigma generalizado a las matemáticas y ayudar a mejorar los resultados de los alumnos de primaria, un par de emprendedores fundaron ya hace unos años Smartick, una aplicación que con sólo 15 minutos diarios y con la única necesidad de una tableta u ordenador y una conexión a internet ayuda a mejorar y mucho las capacidades de los alumnos. Todo ello gracias a un sistema 100% personalizado (porque cada alumno es un mundo) y controlado por un equipo pedagógico. En el reportaje que os enlazo a continuación podréis conocer de primera mano en qué consiste Smartick y comprobar que las cifras de éxito son más que evidentes. La tecnología puede ser una gran aliada de las matemáticas.
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