No podía salir de mi asombro. Atónita me quedé escuchando a Cospedal. "Ah, igual no es ella sino alguien que se le parece y eso es un monólogo"." No, Elva, tienes la sexta puesta, pero eso son las noticias".
Indignante, realmente indignante. ¿Cómo se puede tener la desfachatez de decir que mientras los alumnos valencianos se manifiestan porque "en Valencia hace calor, algunos estamos trabajando por buscar soluciones" cuando llevas manga larga para no tener frío por los 21grados del aire acondicionado que tienes en la sala?
No, no se equivoque Señora Cospedal, en Valencia los estudiantes no se manifiestan porque haga calor. No, contra la metereología no pueden luchar. Ellos reivindican tener unas condiciones saludables en las aulas.
¿Trabaja usted a más de 30 grados en su despacho? Yo le puedo asegurar que el aula de mi hijo debe ser la representación, nada metafórica, del Infierno. Morirme quise cuando el primer día de clase su tutora nos convocó a los padres en el aula.
Ni diez minutos estuvimos allí y estuvo a punto de darme una lipotimia. El aula de mi hijo debe ser el paraíso para las bácterias y microbios. Ahora que lo pienso podría servir como sala fermentadora, las masas para el pan deben subir en un pis pas.
Ironía, sí ironía es la única manera que se me ocurre para hablar de las condiciones insalubres del aula. ¿Cómo se puede tener a 25 niños de 4 años en esas condiciones? ¿Cómo se puede tener a 25 niños de 4 años en un aula cuya temperatura no baja de los 30º?
No, no podemos luchar contra las temperaturas del exterior, pero sí podemos tener aulas en condiciones. Los niños pasan más horas en el colegio que en sus casas, los niños deberían sentirse allí como en casa. ¿Cómo va a querer un niño de 4 años ir al colegio cuando se está en esas condiciones?
No, señora Cospedal, los alumnos valencianos reividican aulas en condiciones y, eso no es tener que ir en bañador, chanclas y un abanico en la mano.
Besitos Avainillados