Toda mi vida escolar tuve uniforme, ¡uniforme y baby! Sí, con 13 años las niñas de mi cole llevábamos baby, cosa que odiaba con toda mi alma. El uniforme me daba un poco igual, terminas por acostumbrarte a él, cierto que deseaba como agua de mayo la salida del cole y la entrada en el instituto para decirle "ciao ciao" al uniforme. Sin embargo, pronto me di cuenta que no era tan maravilloso lo de elegir la ropa, je je je, sobre todo porque yo no soy de las que de las que eligen sobre la marcha, sino de las que dejamos la ropa, zapatos, etc preparados desde la noche anterior.
El piojo en la guardería tenía uniforme, sin embargo, ahora en el colegio no tiene uniforme y ahora como madre me encantaría que lo tuviese, je je je. De verdad, sé que hay mucha gente que está encontra de los uniformes pero yo no veo nada malo en ellos, todo lo contrario. El uniforme iguala a todos los niños, no hay diferencias de marcas, calidades, etc... sí, no son nada baratos, eso es lo peor la llegada de principio de curso y tener que desembolsar el dinerito en uniforme de diario, zapatos, uniforme deportivo con sus correspondientes zapatillas, calcetines, etc...
Y sí, cierto, hay que tener más de uno porque confiar en que los peques no se lo van a manchar ¡es mucho confiar! A veces he llegado a pensar que solo mirando ¡la ropa la manchan!
Para mí es hasta un pro el hecho de no discutir si esta ropa sí, esta ropa no y, eso que hasta el momento yo no tengo ese problema, el piojo acata la ropa elegida por mí sin problemas aunque mejor me callo por si las flies...
¿Y tú eres de uniforme?
Besitos Avainillados