Una de las cositas que me enamoró en la visita fue la entrada al centro, con un montón de haditas colgadas que bailaban con el aire, cada una de un niño o niña, llenas de color y de magia. Es así como empecé a buscar por internet, porque esas haditas me habían encantado y quería que tanto Alba como Vera pudieran tener la suya propia. Buscando y buscando, me decidí por hacer un pedido en el blog De mi casa ¡al mundo! ya que vi algunas fotos y me parecieron geniales. Así, después de responder un cuestionario para indagar un poquito más en la persona, nuestras hadas empezaron a tomar forma y hace unas semanas llegaron a casa. Fue un momento estupendo. La cara de Vera al ver llegar un paquete fue genial, porque estaba deseando abrirlo y descubrir la sorpresa.
Ahora, las hadas están colgadas en su habitación, y en la mía… un hada maternal preciosa que me acompaña cada día. Hadas únicas e irrepetibles.
Aquí os dejo algunas imágenes de nuestras hadas y el enlace del blog con el tutorial que Aguamarina dejó para aprender a hacerlas como hacer un hada waldorf