Conocí a Elisabet Fernández Ruiz gracias a Mamamorfosis, es una de las 200 caras de la Luna y desde que contacté con ella, sentí que es alguien especial, de quien podía aprender mucho.
Ella es mamá de Roger y Alba, terapeuta holística y doula espiritual, pues la vida le ha especializado en acompañar conscientemente a muchas mujeres en su camino hacia la maternidad consciente.
Y hoy, Elisabet me ha traído este regalo que quiero compartir contigo, porque muchas veces no tenemos en cuenta que somos seres espirituales y que necesitamos prepararnos desde ahí también si queremos ser madres.
Puede suceder que la palabra “espiritual” nos cause si no rechazo, incomprensión. A la mayoría no nos han educado ni nos han enseñado a contactar con esa parte tan esencial de nuestro ser.
Así que ha llegado el momento de empezar a hacerlo y Elisabet nos va a ayudar, adelante…
La preparación espiritual para el embarazo
Prepararse para un embarazo es tan importante como la propia gestación o el parto. Una preparación adecuada pasa por todas las fases en las que la vida se expresa: física, emocional, mental y espiritualmente.
Una buena preparación nos augura un embarazo, parto y crianza más felices y sobre todo, nos conduce hacia el autoconocimiento y la autorrealización, pues la maternidad es un rito de paso, el rito de paso más importante para una mujer.
Yo hablaré de la preparación espiritual, que se cuela y entremezcla con la preparación, emocional, mental e incluso física, al tocar nuestro campo vital, pues nuestro yo espiritual, es el que anima y da fuerza a todos nuestros otros yoes.
Si lo prefieres puedes llamarlo yo esencial, yo verdadero… Es ese que te encuentras de cara cuando sobrepasas un límite que creías imposible, el que es capaz de mantenerte en paz cuando a tu alrededor hay una tormenta, el que te hace dar un paso más cuando crees que vas a caer rendida en cualquier momento, el que siempre quiere ayudar a quien lo necesite… Ese tu tan mágico que brilla hasta en la oscuridad más profunda.
Tú misma eres tu centro
Una cosa que debes saber es que tu “yo espiritual” lo sabe todo y cuando digo todo, es todo, aunque tu mente lo desconozca, es el que tiene toda la medicina, toda la sabiduría, toda la paz que necesitas para enfrentar cualquier cosa en tu vida.
Es positivo, para ti y para tu futuro bebé que aprendas a ponerte en contacto con frecuencia con esta parte tuya tan sabia porque de esta manera sabrás en todo momento mantenerte en tu centro o volver a él si te has desviado, podrás tomar decisiones con mayor consciencia, y en la maternidad tendrás que tomar muchísimas, y sobre todo te nutrirás de energía que revitalizará y limpiará tu mente, tus emociones y su sistema vital que da vida a tu cuerpo.
Tu misma eres tu centro y tendrás que conocerte en profundidad y abrazarte y albergarte si deseas hacerlo en un futuro con tu bebé.
El mayor compromiso que puedas tener en tu vida es contigo misma y con tu autorrealización, de eso depende todo, de eso depende que tu hijo crezca con mejores o peores herramientas para usar a lo largo de su vida.
Él sabrá sobre el respeto hacia uno mismo si observa que tú te respetas, aprenderá a amarse si observa que tú te amas, aprenderá a nutrirse de su propia fuente si tú te nutres de la tuya y no esperas a que el mundo sea el que te alimente.
El contacto con la energía de vida
La energía de vida de nuestro hijo antes de entrar en nuestro útero está anclada en nuestra alma, si somos sensibles la notaremos semanas, quizá meses antes de quedarnos en estado. Esta energía provoca cambios sutiles pero necesarios en toda nuestra estructura que ayudarán a que la energía de este ser, diferente a la nuestra, pueda nutrirse y vivir dentro de nosotras (puede parecernos fácil, pero no lo es).
Una de las cosas más importantes que aprendí en uno de mis embarazos es que el bebé necesita imperiosamente nuestro amor y nuestra comunicación con él para tener un buen descenso hasta su cuerpo en formación, una buena gestación y un buen parto.
Nuestra conciencia es el hilo conductor por el que su energía desciende, a menor consciencia (amor, comunicación) mayor dificultad para descender, o desciende pero con carencias ya de complicada resolución en esta vida.
Una herramienta: la meditación consciente
Un ejercicio que recomiendo para comenzar a entrar en contacto con la pequeña alma y tener una comunicación genuina es la meditación consciente.
Se trata de elegir un lugar tranquilo, con una luz y temperatura agradables, puedes incluso encender una barrita de incienso para que te transporte y siéntate en un lugar cómodo.
Concéntrate con determinación en la siguiente frase durante un rato:
Luego concéntrate en la respiración, escúchate respirar y cuando te apetezca explícate a ti misma, cómo si no lo supieses, que deseas tener un bebé y que quieres tener una comunicación consciente con este bebé antes de que entre en tu vientre.
Y relájate, sin más.
Escucha la respuesta
Espera la respuesta sabiendo que la vas a tener, en forma de sensación, puede que te venga alguna palabra o imagen a la mente, puede que te parezca sentir un suave sonido o incluso algún aroma… Todas las respuestas son bienvenidas, incluso si no recibes respuesta… Puedes seguir practicando, la perseverancia es la clave.
Lo fundamental es que tu deseo jamás pasa desapercibido y para el niño que quiere nacer a través de ti es importantísimo el acto de amor y consciencia que acabas de tener, tanto si has logrado sentirlo, como si no.
Para ti el acto también ha sido de suma importancia pues estás consiguiendo dos cosas diferentes a la vez; la primera es que estas adentrándote un paso más hacia el autoconocimiento, la segunda es que estás andando los primeros pasos hacia tu hijo de la mejor manera posible, con determinación, deseo, amor, autenticidad, valor…
Esta meditación te será útil durante todo el embarazo, pues es un lugar de encuentro contigo misma y con tu bebé, y desde aquí puedes, y debes, hablarle, explicarle tus emociones, tus ganas, tus dudas o miedos también si quieres, pero sobre todo tu deseo de tenerlo y abrazarlo y siempre que quieras podrás tomarte un tiempo para intentar escuchar su alma, siempre desde el estado de meditación, que será el único posible para poder rozar su alma sutil, desde otro estado es imposible.
3 cosas importantes en la preparación hacia la maternidad consciente
Y finalmente quisiera hacerte tres últimas recomendacionespara preparar el camino hacia una maternidad más consciente y plena:
Revisa tus relaciones
Haz una profunda revisión de todas tus relaciones, en especial la relación que tienes con tu pareja y con tus padres.
Piensa que la maternidad es un rito de paso en el cual te transformarás por completo y dejarás atrás la mujer que eras para convertirte en una versión de ti que desconocerás hasta pasados al menos dos años de crianza.
Esto es así, y llegar a esta etapa con el trabajo hacia tus relaciones hecho te aseguran un embarazo, un parto, y sobre todo una crianza, mucho más satisfactorias en todos los sentidos.
Necesitaremos tener a mano toda la energía de la que podamos disponer y nada nos lastra, nos roba fuerzas y nos bloquea tanto como los asuntos familiares no resueltos. Aquí hay tres palabras que te serás de infinita ayuda:
Perdona, agradece y suelta (emociones estancadas).
Ámate como mujer
Reconócete y ámate como mujer. Explora tu sexualidad, aprende sobre tu ciclo menstrual y el poder de tu útero y tus ovarios.
Albergarás a tu hijo en tu vientre, necesitas conocerlo, saber qué energía destila y te irá muy bien conocer el poder que guardas en tus caderas y tu barriga porqué de ahí tomarás tu fuerza salvaje para darte vida a ti misma una y otra vez y como no, para dar vida a tu hijo.
Las depresiones postpartotienen mucho que ver con no habernos encontrado como mujeres y con no haber entrado en contacto con nuestra energía femenina, con nuestro cuerpo, tiene mucho que ver con no habernos amado lo suficiente hasta el momento y con no habernos permitido el gran placer de vivir, porque la vida es placentera por el simple hecho de vivirla intensamente, plenamente, despierta.
Si danzas y no entras en éxtasis, si ves una puesta de Sol y no te enamoras de la vida, si tomas conciencia perfecta de tu respiración y tu cuerpo no roza el orgasmo… es que todavía necesitas ponerte en contacto con tu vientre y tu alma femenina, y cuando lo hagas y la alquimia comience a funcionar te nutrirás directamente de la vida y enseñarás el verdadero arte de vivir a tus hijos.
Conócete a ti misma
Conócete a ti misma, como bien rezaba la frase del templo de Apolo en Delfos.
Nada es más importante en esta vida.
Vas a albergar una vida en tu vientre, la vas a nutrir, les vas a dar tus cualidades… ¡y llegado el momento le vas a dar la vida física, la ayudarás a nacer!
La amarás, la cuidarás, la atenderás en todo momento, la guiarás...
Nada de esto lo podrás hacer con total consciencia si primero no lo haces contigo misma.
Albérgate, nútrete, date vida, ámate, cuídate, atiéndete, guíate. Y para hacer todo esto y más te vas a tener que conocer…
Y para conocerte vas a tener que ir en tu búsqueda, sin duda alguna, empieza por tu cuerpo, o por tu alma o por tu espíritu, como quieras. Haz yoga, meditación, Biodanza… Escoge un camino de crecimiento interior o varios, escoge un guía en tu camino si quieres, comprométete contigo y avanza hacia tu cita contigo misma.
Gracias Elisabet, de corazón.
Puedes encontrar a Elisabet en su web y en su consulta en Tortellà, Girona (España).
Además Elisabet se ha ofrecido a regalarnos una meditación in streaming en abierto muy pronto para acompañar este artículo. Te mantendré informada por si te apetece conectarte en su momento.
<<La salud es un equilibrio perfecto entre el estado biológico de nuestro cuerpo, nuestra mente, nuestras emociones y la vivencia plena de la vida, o como llamamos más comúnmente, nuestra espiritualidad. – Elisabet Fernández Ruiz>>
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