El verano es una época tan expansiva que a la mayoría de nosotros volver a los horarios estrictos de septiembre (trabajo, cole,…) puede causarnos verdadera angustia y sin duda, un tiempo de adaptación.
Imagínate entonces para un niño/a que durante todo el verano suele poder levantarse cuando quiere, dormirse mucho más tarde, comer a deshoras,… ¡lo que le supone acostumbrarse de golpe a esos nuevos horarios!
Los cambios bruscos no son positivos para nadie, y mucho menos para un niño/a, así que es importante que les ayudemos a adaptarse a este nuevo ritmo que implica la vuelta al cole.
Reiniciar el ritmo en el hogar
Muchas personas confunden rutina con ritmo, y no es lo mismo.
Si te paras a pensar en tus recuerdos de la infancia muy probablemente muchos de los primeros recuerdos positivos que tengas se basen en las experiencias de seguridad y armonía que surgían de los ritmos diarios. Yo por ejemplo recuerdo con cariño cómo cada tarde después del cole me tomaba el vaso de leche con colacao y galletas con mi hermano y después hacíamos los deberes, formaba parte del ritmo de nuestro día a día.
El ritmo nos da sensación de armonía y por tanto ausencia de caos.
Cuando hay un ritmo en el hogar, el niño/a sabe y siente qué va a pasar cada día y esto les aporta seguridad y confianza. Constituye una guía para su vida, creando buenos hábitos, y ayudándole a centrarse en su aprendizaje y desarrollo.
Es más, te puedo asegurar que muchos de los niños que atiendo en los coles, diagnosticados con dificultades de aprendizaje, carecen de un ritmo saludable en su hogar (no desayunan, o desayunan mal y rápido, comen solos mirando la tele, malos hábitos de higiene, no hacen los deberes, o si los hacen cada vez a una hora y lugar diferente o antes de ir a dormir,…).
Con un ritmo, los niños entienden que cada cosa tiene su momento. Hay un momento para jugar, otro para comer, otro para lavarse los dientes, o para descansar y eso les ayuda a centrarse, a aprovechar el momento y también a disfrutarlo. En realidad todo está relacionado con los ritmos de la vida que nos rodean (de la naturaleza, de nuestro cuerpo…).
Pero somos los padres los que tenemos que ayudar a crear ese ritmo en casa.
¿Cómo podemos ayudar a nuestros hijos a establecer un ritmo diario para la vuelta al cole?
El calendario
Los niños deben saber lo que está por venir, por lo que el calendario es una forma visual y experiencial muy buena de acercarse poco a poco a la vuelta al cole.
El calendario Waldorfssori lo utilizamos todos los días y en él marcamos con una figura cuántos días faltan para un momento especial. En este caso la estrella está colocada en el primer día de clase en la escuela nueva de S. y cada mañana nos acercamos a ella con una nueva bolita.
Otra manera de hacer esto, más sencilla de aplicar, es con una cadena anual, en ese caso se pueden poner las bolitas de los días que faltan para el inicio del cole en una cestita o bol e ir añadiendo cada día una bolita a la cadena hasta la última, que podría ser de un color diferente para distinguir ese momento especial.
La mesa de estación
Ya sabes que la mesa de estación es un rincón de casa donde reflejar el ritmo de la naturaleza. Solemos decorarla también con imágenes bellas que evocan a cada estación, y por ejemplo en el libro “Verano” de Ing Edicions la última página tiene una imagen bellísima que nos va introduciendo a la llegada al cole. Son pequeños detalles que nos van preparando.
Los materiales, el espacio…
Como te conté hace poquito aquí, S. va a iniciar la etapa de educación primaria en una ecoescuela, así que no tenemos que preparar libros ni otro tipo de material escolar, pues utilizará el del colegio para crear sus propios cuadernos y demás.
No obstante sí que hemos preparado ya algunas cosas importantes como la ropa de lluvia que debe tener disponible en el cole (salen todos los días del año al exterior y es imprescindible) o la fiambrera ecológica para la merienda (fabricada sin petróleo con los llamados bioplásticos) que ella quería de color naranja (!su nuevo color favorito además del lila!).
También, y esto ha sido un acontecimiento muy especial en casa, hemos preparado junto a la zona de lectura, un rincón especial pensando en el cole.
En primero de primaria S. se enfrentará al reto de la lectoescritura, de operar con números, de conocimientos del medio,… Por eso hemos instalado un pequeño espacio para escribir, leer, dibujar, hacer sus deberes (cuando los tenga),… ¡Y qué emocionada está con su nuevo pupitre!
El pupitre es ideal porque además de ser muy bonito, y preparado para su tamaño, es muy práctico para guardar sus cuadernos y otros materiales en el interior.
Otra de las cositas que hemos incorporado en este ambiente es un altavoz/radio USB. ¡Otra revolución en casa! Le gusta mucho escuchar música, a menudo lo pide cuando dibuja o hace manualidades (también para bailar o cantar claro) y como ponerla desde el ordenador resultaba siempre muy pesado, ahora ella misma introduce el USB y le da al play. ¡Nos gusta mucho a todos la verdad!
Por si te interesa, todas nuestras compras pre-cole las hemos realizado por eBay, algunas como el pupitre o la radio USB en su sección especial Vuelta al cole. Todos absolutamente son artículos que no hemos encontrado en ninguna otra tienda física en Mallorca y eso de poder comprar en cualquier parte del mundo justo lo que necesitas (el pupitre viene de Reino Unido, la fiambrera eco y la ropa de lluvia desde Alemania), y normalmente a un buen precio, es fantástico.
Volver al ritmo del sueño-vigilia
Cómo un niño se va a la cama por la noche tiene una repercusión directa en la calidad del sueño y en cómo afrontará el día siguiente. Cada familia puede encontrar su propio ritual de irse a dormir pero es importante empezar ya a recuperarlo.
Para volver a un ritmo de acostarnos más temprano para levantarse más temprano al día siguiente, va muy bien limitar las impresiones sensoriales (televisión, videojuegos,…) durante la tarde, porque suben mucho el nivel de estrés de los niños/as y dificultan su descanso.
Si les cuesta dar el día por finalizado y no quieren irse a la cama, entonces una manera de ayudarles es animándoles a exteriorizar sus sentimientos. Dedicarles un ratito (después del pijama, lavar dientes, etc.) para hablar de lo que ha ocurrido durante el día, de sus preocupaciones,… También los masajes de presión profunda en las pantorrillas y los pies ayudan a calmar la actividad. Incluso a algunos niños les va bien comer algo ligero antes de irse a la cama.
Si por el contrario les cuesta levantarse por la mañana porque están muy dormidos, va muy muy bien despertarlos con una toalla caliente empapada en un poco de esencia de limón o romero. También una infusión caliente con miel antes de ponerse en la mesa a desayunar.
En cualquier caso la clave para establecer un buen ritmo por las mañanas es que mamá o papá (quien se encargue de acompañar este momento) se levante antes y lo tenga todo preparado para centrarse en las necesidades de los peques. Las mañanas así serán menos caóticas, los niños estarán más contentos y los padres nos sentiremos más capaces, que también nos hace falta.
Volver al ritmo de las comidas
Las comidas son otro de los puntos más importantes del ritmo del día y es conveniente planificarlas y prepararlas. Y mucho más cuando los horarios ya son tan ajustados.
Lo de tener una tabla con los alimentos para cada día de la semana es algo muy Waldorf pero también es muy práctico y desde que lo probamos hace dos años, no lo cambiamos por nada. Nos viene genial para organizar la semana.
Por ejemplo, los lunes comemos arroz, los miércoles legumbres y los viernes es el día de la pasta, y los jueves horneamos juntos (un bizcocho, magdalenas, pan,…).
Todos comemos sentados en la mesa (por supuesto sin tele, en nuestra casa la tele tiene mínima presencia, solo para ver alguna película de animación los domingos), y además es una mesa que se ha preparado con cierto cuidado entre todos: encendemos la vela que ella decora cada estación, colocamos las servilletas de tela de cada uno, …
En este post te expliqué con más detalle cómo es nuestro ritual de comer juntos y además encontrarás un pequeño tutorial para confeccionar sencillas servilletas de tela.
Y ahora cuéntame tú…
¿Durante el verano perdéis el ritmo?
¿Cómo preparáis la vuelta al cole?
(Para preparar este artículo además de mi experiencia personal como madre y maestra he consultado el libro “La aventura de ser padres” de Rachel C. Ross de ING Edicions. Es un libro que me gusta tanto que seguramente te hablaré de él en profundidad más adelante y lo tendremos disponibles en el Atelier).
Lunes, lavar.
Martes, planchar.
Miércoles, zurzir.
Jueves, amasar.
Viernes, limpiar.
Sábado, cocinar.
Domingo, descansar.
(Verso infantil tradicional inglés)
Aguamarina