Más o menos durante el primer año de edad la capacidad de movimiento de los bebés es bastante limitada. Simplemente, mueven las extremidades e intentan coger todo lo que tienen a su alcance, pero no pueden hacer nada que no quede al alcance de sus manos.
Sin embargo, a partir de esta edad, cuando comienzan a gatear y, sobre todo, a partir de sus primeros pasos, les gusta tocarlo todo y conocer mundo. Están en continuo movimiento y su enorme curiosidad les convertirá en pequeños exploradores, lo que pondrá en alerta constante su propia seguridad. ¿Cómo podemos protegerles de todos los ‘'peligros’' que puedan sufrir en nuestro hogar? Aunque no debemos sobreprotegerles, su seguridad depende de nosotros mismos.
Principales accidentes domésticos
Difícilmente podemos imaginar la cantidad de accidentes domésticos que puede sufrir nuestro bebé en casa. Pero inevitablemente, debemos tomar múltiples precauciones para que ocurran de la menor manera posible. Los enchufes, ranuras y agujeros son grandes atractivos para los niños sobre los que debemos colocar protectores que no pueda retirar.
En su habitación, por ejemplo, debes tener mucho cuidado con todos los objetos o juguetes pequeños que puedan estar a su alcance, ya que tienen a meterse todo en la boca y podrían correr peligro de asfixia. Además, en invierno debemos tener mucho cuidado con los radiadores o chimeneas, han de estar siempre muy alejados.
Por otro lado, tenemos que vigilar cómo es el sueño de nuestro bebé. Cuando esté acostado debe permanecer boca a bajo o de lado con una almohada detrás, para evitar cualquier accidente nocturno. La cuna debe ser segura, los barrotes tienen que tener una separación inferior a ocho centímetros, para que el niño no pueda introducir su cabeza entre ellos.
A la hora de comer
La hora de la comida es un momento muy importante. Para empezar, tenemos que comprobar la temperatura del biberón, probando con nuestro dorso de la mano si está demasiado caliente o no. Por otro lado, a los niños les encanta estar en la cocina mientras estamos cocinando. Debemos evitar su presencia durante ese momento, pero sobre todo, alejarles de cualquier fuente de calor como sartenes o cacerolas, para evitar posibles quemaduras.
Mucho cuidado con las bolsas de plástico, a los niños les llama mucho la atención y si se las ponen en la cabeza les puede causar asfixia. Cuando utilicemos aparatos eléctricos, es muy importante tener mucho cuidado con los cables. Si cuelgan pueden llamar la atención de los niños.
En el cuarto de baño
El baño es otro de los momentos cotidianos que entraña más peligro para nuestro bebé. Debemos comenzar controlando la temperatura del agua donde recibirán su momento de aseo, de la misma forma que hemos hecho con el biberón. Podemos comprobarlo con un termómetro o simplemente nuestro brazo o codo. Debe tener una temperatura lo más parecido posible a nuestra temperatura temporal.
Además, debemos tener mucho cuidado con todos los productos que pueden llegar a ser tóxicos para el niño: colonias, cremas, cuchillas de afeitar u otros objetos cortantes, deben estar fuera del alcance de los niños.
Pequeño botiquín para el bebé
En todas las casas, tenemos un botiquín de primeros auxilios, por cualquier accidente que pueda ocurrir. Por eso, nunca esta de más, contar con un pequeño botiquín con cosas más adecuadas para nuestro bebé.
Debemos tener en cuenta que a la hora de suministrar cualquier medicamento a un bebé, es fundamental consultar con el pediatra, aunque se aconseja tener paracetamol en gotas para bebés menores de tres meses. Hasta los tres años, se recomienda también ibuprofeno y jarabe de ipecacuana, que induce al vómito en caso de intoxicación, pero insistimos, siempre recetado por el pediatra, ante todo tenemos que velar por la seguridad de nuestro pequeño.
Agradecimientos: M.Glasgow/fiickr, Suchadork/flicr, GlennB/flickr, Jason Dunn/flickr