Fuente: dighanger/Pixabay.com
Muchas veces nos tiramos un buen rato tratando de convencer a nuestro pequeño de que hago algo cuando inicialmente se ha cerrado en banda. Al final terminamos cansados y hartos de discutir sin hacerles entrar en razón. La psicología inversa es un remedio que suele funcionar en muchas ocasiones para evitarte esas rabietas. Se trata de hacer una acción de negación sobre algo que inicialmente queremos que hagas, y como respuesta ellos inmediatamente tomarán la posición opuesta.
Imagina que tienes dos opciones: 1 y 2, y quieres que hagan la 2, bueno pues mantente fuerte en la idea 1 y ellos irán a por la 2. ¡Así de simple es la psicología inversa! Para tener un ejemplo mira este vídeo que triunfa en Internet.
Es técnica tiene un cierto debate ético, ya que al fin y al cabo es una manipulación. Por eso es recomendable no usar la psicología inversa en exceso ya que puede producir problemas de autoestima en el pequeño.
¿La has practicado alguna vez?
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