En fin, que me enrollo y no os quiero hablar precisamente hoy de mi salud. El caso es que desde que empecé el miércoles con fiebre, el papi se ha portado como un campeón y se ha ocupado de todo el solo… Digamos que ha hecho en 3 días lo que yo hago casi cada día: ir a trabajar, pasar a recoger a la piccola, volver a casa, jugar con ella, duchar, cenar y prepararla para dormir, incluso una noche logró dormirla él. TODO UN SUPER PAPI! Y yo lo he agradecido mil porque así he podido descansar y dormir para que me pasara la fiebre y me hiciera efecto el antibiótico.
Bien, hasta aquí todo perfecto… pero es que resulta que Chloe tiene unas semanitas… que no hay quien la entienda! La verdad que esta muy difícil, creemos que son los malditos dientes otra vez porque no hace más que lloriquear, pedir el pecho, querer la mama y ni si quiera juega sola, necesita siempre a alguien (por no decir, a mi) que esté con ella. Por no hablar de que hemos dado 10 pasos atrás en el tema noche, ya que hemos pasado de un despertar a múltiples despertares de nuevo… una pesadilla. Así que sí, saca de sus casillas a cualquiera.
El viernes por la tarde noche ya estaba mejor así que dediqué un poco de tiempo a la piccola. En primer lugar porque ella lo necesitaba, llevaba días viendo a ratitos cortos a su madre y eso ella no lo puede entender. ¿Ver a su madre y que ni si quiera le hable? Debe ser duro para un bebé.. no crees? Así que me dije, pasa tiempo con ella por mucho que te duela todo el cuerpo. Y así lo hice. Y en segundo lugar lo hice por el papi, lo vi que ya no podía más… después de todo el jueves y el viernes con ella ya no podía más. Estaba al límite.
Y es entendible…. estar detrás de un terremoto todo el día no es fácil y menos cuando le están saliendo los dientes y solo quiere que estar con su madre que esta no puede estar… buff… pues menudo marrón para el papi. Era un constante distraerla por aquí, ahora por allá, hacer malabarismos y volar encima un cerdo para así mantenerla ocupada y que ella no se acordara de eso que quería y no podía tener.
Lo hizo todo genial, parecía que el papi lo tenia controlado hasta el sábado… llego el fin de semana y el hombre de la casa explotó! Cuando yo ya tenía todo bajo control, cuando la piccola empezaba a estar mejor y justo el día que no lloriqueaba constantemente, él no pudo más…
SU NIVEL DE AGUANTE HABIA LLEGADO AL OFF-LIMITS
Debo decir que me sorprende como se coge las cosas, a veces un poco a modo infantil. Yo hago todas esas cosas cada día y sí, lo reconozco, me quita de mis casillas pero reacciono de forma completamente diferente, sobretodo hacía la piccola. Imagino que como dice él las madres tenemos un nivel de aguante diferente al de ellos, somos más protectoras, más sensitivas, y seguramente, más comprensivas…
Obviamente al rato se le pasó y siguió tanto o más enamorado de la piccola Chloe que antes! Digamos que la misma relación amor-odio que tiene conmigo lo tiene con ella. Tenemos un libro que se llama “Te quiero, casi siempre” ¿Será eso lo que le pasa al papi?
Dejadme aclarar que con esto, no estoy diciendo que todos los hombres sean como él ni mucho menos eh! Seguramente hay hombres con más aguante (que sus mujeres) y mujeres con mucho menos (que sus maridos)… pero mi gran pregunta es…
¿Las madres en general tenemos más aguante con nuestros hijos que sus padres? ¿Simplemente el hecho de ser mujer ayuda en este caso o es solo un instinto protector que nos nace de dentro en el momento de ser madres?
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