Lesiones en la infancia y su prevención

Las lesiones en la infancia se refieren al daño sufrido por un niño producto de la acción de una cosa o persona, estas lesiones se producen como consecuencia de la exposición del niño a una cantidad excesiva de energía, la cual supera la capacidad del cuerpo para absorberla o disiparla sin ningún daño de tipo estructural o funcional.

Los tipos de energía que ocasionan lesiones en la infancia pueden ser mecánicas (en donde se incluyen las caídas, los ataques, las heridas por proyectil de arma de fuego y la colisión de un vehículo automotor), térmicas (en este grupo entran las escaldaduras), químicas (son las intoxicaciones) y las eléctricas o por radiación ionizante.

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Lesiones en la infancia


Otros tipos de lesiones en la infancia pueden producirse por la ausencia de algún elemento esencial como es el oxígeno (como ocurre en casos de atragantamientos y sofocaciones) y el calor (en casos de hipotermia).

Epidemiología de las lesiones en la infancia:

Las lesiones en la infancia representan la principal causa de muerte en niños de 1 a 19 años de edad, reemplazando a las enfermedades de origen infeccioso.
En relación con las infecciones, puedes leer: Sepsis en pediatría. 

Aproximadamente 20 niños mueren diariamente producto de lesiones, lo cual supera a todas las otras causas de muertes combinadas, representando a su vez, una mortalidad del 48%.

Las lesiones se asocian con una gran morbilidad, en vista de que muchas de ellas ocasionan incapacidad para realizar las actividades cotidianas normales, requiriendo de una atención médica especializada.

Es uno de los motivos más frecuentes de consulta pediátrica, constituyendo aproximadamente 233 visitas a la sala de emergencia por este motivo.

La mayoría de las lesiones (97%) no ocurren de forma intencional.

Los niños tienen una mayor tasa relacionada con el sufrimiento de lesiones en comparación con las niñas y esta diferencia se amplía aún más a medida que avanza la edad.
Relaciones entre el desarrollo y las lesiones en la infancia:

Se debe tener en cuenta, que tanto el desarrollo físico como el cognitivo influyen en la aparición de lesiones en la infancia, por lo que será importante relacionar la edad del niño con la lesión y su grado de desarrollo. A continuación, se mencionarán los tipos de lesiones a las cuales están predispuestos los niños en distintas etapas de su vida:

Lactantes menores:

Este es el grupo que va desde los 28 días de vida hasta que cumplen su primer año.

En vista de que se está dando el desarrollo de las habilidades motoras, principalmente durante los primeros seis meses, estos bebés pueden caerse de la mesa cambiadora o de la cama del adulto debido a que comienzan a retorcerse y a moverse; por este motivo resultan más seguros los corrales y cunas.

En esta edad se observa con frecuencia el maltrato infantil, por lo que es necesario estar atentos a estos posibles casos, detectando señales de alarma.
Lactantes mayores:

Desde el primer año de vida hasta el segundo.

Debido a que a esta edad son capaces de caminar, correr e incluso brincar están más predispuestos a caídas, además de que al tener un mejor control de la motricidad fina, pueden revisar recipientes que antes no, por lo que son frecuentes las ingestiones.

Entre otras lesiones en la infancia frecuentes en este grupo de edad, están las quemaduras por  contacto y ahogamientos.
Te puede interesar leer: Cómo tratar las quemaduras. 

Pre-escolar:

Niños que van desde dos a cinco años.

En esta edad, ellos interactúan con su medio ambiente y ya pueden trepar y montar en bicicleta, pero su pensamiento aún es ilógico además de egocéntrico.

Son frecuentes las lesiones en esta etapa de la infancia, principalmente porque no son conscientes del daño que sufren y por lo tanto pueden sufrir lesiones del mismo tipo nuevamente.
Escolar:

Grupo de niños entre los 5 y 10 años de edad.

El desarrollo de las motricidades gruesa y fina es casi perfecto, se comienzan a practicar juegos organizados y que incluyen reglas, por lo que suelen tomar riesgos sin tener en cuenta las consecuencias.

Es más frecuente el uso de la bicicleta, por lo que incrementan las lesiones relacionadas con su uso.

Se producen lesiones por automóviles debido a su incapacidad para reconocer la distancia y la velocidad de los vehículos, por lo que se relacionan con un mal cuidado por parte de los padres.
Adolescencia temprana:

Desde los 10 hasta los 14 años.

En este grupo, son frecuentes las lesiones de tipo deportivas.

Se presentan lesiones producidas por armas de fuego.
Adolescencia después de los 14 años:

Se presentan lesiones producto de actividades deportivas y laborales, además de que aumentan su gravedad debido a que se resisten al uso de dispositivos de seguridad, como los cascos.

En vista de que en esta etapa comienzan a conducir y a la sensación de invulnerabilidad que experimentan, asumen riesgos innecesarios al conducir y se presentan las lesiones productos de hechos automovilísticos.

Predominan las lesiones productos de asalto e intentos de homicidio.

Se presentan los intentos suicidas productos de la presión ejercida por la sociedad.

Se comienzan a explorar las relaciones amorosas, las cuales muchas veces están basadas en maltrato verbal, físico e incluso sexual.
Lesiones en la infancia:

A continuación, se describirán las más frecuentes, en donde están incluidas:

Lesiones automovilísticas.

Lesiones a peatones.

Lesiones en bicicleta.

 Ahogamiento/Lesiones por inmersión.

Quemaduras e incendios.

Armas de fuego.

Atragantamiento.

Automotores pequeños.

Caídas.
1.- Lesiones automovilísticas:

Estas lesiones son la principal causa de muerte en niños de 1 a 19 años de edad, pero afortunadamente, la incidencia de las mismas ha ido disminuyendo con el paso de los años.

La etapa más afectada es la adolescencia, directamente relacionado con el hecho de que a esta edad comienzan a conducir y muchas veces lo hacen de forma imprudente, además de hacerlo bajo el efecto de alcohol.

Población en riesgo:

Niños de cuatro a ocho años de edad: Se consideran una población en riesgo en vista de que no pueden usar los asientos especiales para niños más pequeños y aún no tienen el tamaño suficiente como para usar los cinturones de seguridad convencionales, en vista de esto, muchas veces no se los colocan.

Alcohol: Este es un factor de riesgo importante, porque uno de cada cuatro niños que mueren por lesiones automovilísticas, involucra a un conductor ebrio y esto aunado al hecho de que la mayoría de los niños no usan dispositivos de seguridad, la mortalidad aumenta.

Adolescentes: Es más probable que se produzcan estas lesiones, que muchas veces son mortales, en varones que tienen inexperiencia al conducir, en Estados Unidos, dos de cada cinco muertes en adolescentes, son producto de este tipo de lesiones; si el adolescente conduce un auto en estado de ebriedad, las probabilidades de sufrir una lesión automovilística son mayores.
Prevención:

A pesar de que algunas veces el dispositivo de seguridad no sea el apropiado, como ocurre en la población de los 4 a 8 años de edad, siempre deben usarse.
prevención de lesiones automovilísticas en la infancia


En vista de lo frecuente de las lesiones mortales, las leyes deben modificarse con respecto a la conducción con un niño a bordo.

Los niños que sean menores de 13 años deben ir en el asiento trasero con el objetivo de evitar las lesiones producidas por la bolsa de aire.

Se debe comenzar a usar el cinturón de seguridad cuando el segmento para el regazo quede plano sobre las caderas, lo que normalmente ocurre luego de que el niño supera los 145 centímetros de altura.
2.- Lesiones a peatones:

Estas lesiones en la infancia constituyen una causa importante de lesiones mortales y no mortales, produciéndose aproximadamente anualmente 68.000 lesiones no mortales.

Factores de riesgo:

Niño: Los factores de riesgo inherentes al niño incluyen su tamaño pequeño, su incapacidad para discernir la velocidad y distancia del automóvil y su comportamiento distraído.

Sociales y culturales: En estos factores de riesgo se incluyen la supervisión deficiente por parte de los padres.

Ambiente físico: Las viviendas multifamiliares y la ausencia de áreas de juegos para los niños, predisponen a lesiones peatonales.

Conductores: Estadísticamente se ha comprobado que los hombres menores de 40 años tienen mayor probabilidad de golpear a un peatón, otros factores inherentes al conductor son la distracción, la alta velocidad, el abuso de sustancias y el incumplimiento de las leyes de tránsito.
Cómo se producen las lesiones según la edad:

Lactantes y niños menores de cinco años: Las lesiones se producen cuando un vehículo sale de retroceso del estacionamiento de la vivienda.

Escolares: Las lesiones se presentan cuando corren hacia las zonas de tráfico.

Adolescentes: Están predispuestos a las lesiones cuando consumen sustancias ilícitas y cuando están distraídos.
Prevención:

Se les debe enseñar a los padres la importancia de que mantengan una supervisión constante sobre sus hijos mientras están en la calle.

Los niños menores de 10 años no deben cruzar las calles solos.

Educar a los niños desde edades tempranas acerca del uso de las aceras y del paso de peatones.

En la noche, es preferible que el niño utilice colores reflejantes o brillantes, de manera que pueda ser reconocido por un conductor a larga distancia.
3.- Lesiones en bicicleta:

Estas lesiones en la infancia se presentan con mayor frecuencia de los 10 a 19 años de edad y anualmente más de 200 niños sufren lesiones letales mientras conducen una bicicleta, además de que se ven más afectados los varones.

lesiones producto de bicicletas en la infancia


Prevención:

Siempre que se vaya a conducir una bicicleta debe usarse casco, el cual se encuentre en buenas condiciones.

La bicicleta debe estar equipada con una luz delantera y con un reflector trasero.

Si se va a conducir durante el día se debe usar ropa de colores brillantes y si es al anochecer debe ser reflejante.

Antes de montarse en la bicicleta, se deben comprobar las llantas y los frenos.
4.-  Ahogamiento/Lesiones por inmersión:

Se debe diferenciar entre un ahogamiento y un casi ahogamiento, ya que el primer caso se refiere a la muerte que se produce 24 horas luego de una lesión por inmersión, mientras que el casi ahogamiento es una lesión por inmersión en donde la persona sobrevive al menos 24 horas.

Ahogamiento en la infancia


El ahogamiento constituye la segunda causa de muerte en niños de uno a cuatro años de edad y la tercera en la población de 5 a 15 años. Aproximadamente al día se producen tres muertes por esta causa, siendo más frecuente en varones y en climas cálidos, además en niños es más frecuente que se produzcan como accidentes en albercas y tanques de agua mientras que en adolescentes se producen con más frecuencia en cuerpos naturales de agua.

Consecuencias de lesiones por inmersión:

Hipoxemia y acidosis celular.

Inicialmente hay apnea involuntaria y laringoespasmo, ambos de grado y de duración variable.

Hay disminución del nivel de conciencia, por lo que se produce la relajación de la vía respiratoria y aspiración.

Hay hipoxia, la cual lleva a paro cardíaco y respiratorio.

La morbilidad asociada a estos casos incluye encefalopatía hipóxico-isquémica e insuficiencia de varios sistemas, pudiendo ir la discapacidad neurológica desde dificultad en el aprendizaje a un estado vegetativo persistente.
Características de la lesión por edad:

Lactantes menores: Durante el primer año de edad, el ahogamiento puede ocurrir con sólo unos centímetros de agua, es por esto que las tinas de baño (causa más frecuente en este grupo de edad), las hieleras, los tobos llenos de agua y los inodoros son peligrosos.

Lactantes mayores y escolares: El ahogamiento se produce en grandes cuerpos de agua, como son las piscinas, los océanos, estanques y lagos.

Adolescentes: La mayoría de las veces, el ahogamiento en adolescentes se relaciona con el consumo de alcohol, porque hay afectación del equilibrio y de la conducta.
Prevención:

La supervisión por parte de los padres es esencial, especialmente si hay algún cuerpo de agua cercano.

Los dispositivos de flotación son útiles.

Se deben incluir las barreras para albercas, que rodeen específicamente la piscina y que tengan al menos 120 centímetros de altura.

Nunca se deben dejar juguetes en la alberca, porque estos podrían atraer a los niños hasta ella.

Las clases de natación son necesarias.

Los padres deben tener entrenamiento en resucitación cardiopulmonar, especialmente aquellos que viven cerca de cuerpos de agua.
5.- Quemaduras e incendios:

Tanto los incendios como las quemaduras constituyen la tercera causa de lesión y muerte en niños de uno a cuatro años de edad, y la segunda en niños de cinco a nueve años. Los  niños son propensos a sufrir lesiones más graves con temperaturas menores debido a que su piel es más delgada que la de un adulto.

Las quemaduras pueden ser producidas por radiación, energía térmica, electricidad o sustancias químicas, siendo más frecuentes las escaldaduras que las quemaduras por flama.

Quemaduras por flama:

En comparación con los adultos, los niños tienen 50% más probabilidad de morir en un incendio, siendo las principales causas del mismo los calentadores ambientales y las estufas de leña.

A partir de la década de los 90, la incidencia de los incendios precipitados por los niños ha disminuido debido a la creación de los encendedores a prueba de niños.

La mayoría de las muertes son producto de la inhalación de humo o de gases tóxicos.
Escaldaduras:

Que se producen con agua caliente son las más letales, esto se ve con más frecuencia en niños de seis meses a dos años de edad, los cuales se queman con alimentos o líquidos calientes que se derraman.

Prevención de incendios:

Estas lesiones en la infancia deben evitarse por todos los medios, en vista del reto que representa el tratamiento de un paciente quemado, por lo que a continuación se mencionan algunas medidas preventivas:

Alarmas de humo: Se ha comprobado que las casas con detectores de humo tienen una mortalidad del 50% menor comparada con aquellas que no los tienen, esto es debido a que ponen sobre alerta a los habitantes de la casa; siempre debe revisarse que tengan baterías y al menos una vez al año deben cambiarse.

Sistemas de aspersión: Son realmente útiles porque se activan rápidamente disminuyendo el humo, el calor y las flamas.

Extintores de incendios: Estos solo deben ser usados en aquellos fuegos contenidos y que no crecen con rapidez.

Ropa de dormir: Las prendas resistentes a las flamas son útiles pero en vista de su alto costo, entonces es recomendable utilizar ropa para dormir que sea ajustada al cuerpo, porque no habrá casi aire entre ella y la piel por lo que no se alimentará al fuego.

Plan de urgencia: Es responsabilidad de los padres enseñarle a sus hijos al menos dos vías de escape de su hogar, además de enseñarlos a rodar si su ropa comienza a quemarse, a detenerse y cuando deben tirarse al suelo.

No usar encendedores o cerillas como juego con los niños.

Si el niño siente curiosidad por el fuego, entonces los padres deben explicarle firmemente que con el fuego no se debe jugar porque es peligroso y que solo se puede usar por un adulto.
Prevención de quemaduras:

Antes de introducir al niño en la bañera, se debe comprobar la temperatura.

Se recomienda utilizar las hornillas traseras de las cocinas, con los mangos de las ollas lejos del borde para evitar que el niño las jale.
Quemaduras en niños


Cuando se esté cocinando, se debe asegurara que el niño se encuentre lejos de la cocina pero en un lugar seguro.

Si se está llevando agua o líquidos calientes, entonces debe evitarse el cargar al niño.

Tener precaución al servir la mesa, ya que si el niño jala el mantel o los individuales, pueden derramarse líquidos calientes.

Se deben mantener fuera del alcance del niño, los cables.

Los niños no deben manejar fuegos artificiales.
6.- Armas de fuego:

En el año 2004 se produjeron 2850 muertes por heridas ocasionadas por armas de fuego en niños desde los cero a 19 años de edad. Estas lesiones en la infancia se presentan con mayor frecuencia en la adolescencia (10-19 años de edad) y en la mayoría de las veces son intencionadas.

Aún así, hay casos en donde se producen lesiones no intencionadas, generalmente en casas en donde hay armas de fuego ya sea por recreación o por protección, en este último caso, las armas suelen guardarse sin seguro y cargadas, aumentando así el riesgo de accidentes.

Factores de riesgo para sufrir lesiones intencionales:

Escaso vínculo emocional con los padres.

Abuso de sustancias.

Relación con delincuentes.

Fracaso escolar.

Antecedente de problemas emocionales.

Exposición a violencia y conflictos familiares.

Bajo nivel de educación y de ingreso de los padres.
Prevención:

Si es necesaria la existencia de armas de fuego en casa, entonces se deben guardar en lugares en donde el niño no tenga acceso.

Siempre debe educarse a los niños diciéndoles que las armas de fuego no son juguetes y que no deben tomarlas nunca.
7.- Atragantamiento:

Estas lesiones en la infancia son una causa importante de mortalidad en niños menores de un año, ya que anualmente se producen aproximadamente 160 muertes por esa causa.

Los lactantes van mejorando sus habilidades motrices, por lo que son capaces de llevarse objetos de forma rápida a la boca, pero en el 60% de los casos es producido por alimentos.

Manejo:

Si un niño llega a servicio de emergencia con obstrucción de la vía respiratoria, se debe identificar si la misma es completa, lo cual puede verificarse por la capacidad que tenga el niño para hablar, respirar o toser.

Nunca debe realizarse revisión digital sin observar.

Si el  niño con obstrucción es capaz de toser o de emitir sonidos, entonces no es necesario realizar ninguna medida de urgencia.

Cuando la obstrucción es completa, se debe comenzar inmediatamente con el apoyo vital básico para cuerpos extraños.
Prevención:

Los padres deben vigilar a sus hijos cuando comen o juegan.

Se deben evitar alimentos duros o blandos en niños menores de cuatro años.

Durante las comidas no debe hablarse ni jugarse.

Educar a los padres acerca de las medidas a tomar en casos de atragantamiento.
8.- Automotores pequeños:

Estas lesiones son las producidas por vehículos todoterreno, los cuales son motocicletas de tres o cuatro llantas, frecuentemente conducidas por adolescentes mayores de 16 años, pero el 13% de los que mueren por las lesiones atribuidas a su uso, son niños menores de 12 años.

Mecanismos de lesión:

Generalmente, las lesiones son producidas al conductor perder el control del vehículo y voltearse o golpearse con un objeto solido.

En algunas ocasiones, las lesiones son sufridas por los pasajeros.
Prevención de lesiones:

Niños menores de 16 años no deben usar este tipo de vehículo.

Los que vayan a conducir estos vehículos deben usar casco, protección ocular y ropa reflejante.

Solo se permite una persona por vehículo.

No se deben conducir por la noche.

Nuca se debe conducir luego de ingerir alcohol.
9.- Caídas:

Estas lesiones en la infancia son la primera causa de lesiones no mortales en niños menores de 14 años de edad, constituyendo uno de los motivos de consulta más frecuente de una sala de emergencia pediátrica y aproximadamente la mitad de los casos suceden en niños menores de cinco años de edad, siendo los casos graves o asociados con mortalidad las lesiones de la cabeza.

Características de las lesiones según la edad:

Lactantes menores: Son comunes las caídas por escaleras, andaderas o al trepar muebles.

Lactantes mayores: Son frecuentes las caídas por ventanas.

Niños mayores: Son más comunes las lesiones deportivas.
Lesiones por andaderas:

Las andaderas son aparatos que deberían dejar de usarse en niños, porque ocasionan deformidades de cadera y miembros inferiores, aún así, los padres siguen colocando a sus hijos en ellas.

Al año acuden al servicio de emergencias 14.000 niños con lesiones sufridas producto de una caída de ellas.
Caídas por ventanas:

Con fortuna, estas no se presentan con mucha frecuencia e implican un descuido importante por parte de los padres.

Es más frecuente en varones menores de cinco años de edad.
Prevención:

No usar andaderas.

Se deben colocar protecciones en las ventanas, las cuales tienen que ser de fácil liberación en caso de que se presente un incendio.

Colocar rejas de seguridad tanto en la base como en la parte superior de las escaleras.
En general, las lesiones en la infancia son más frecuentes en varones y se relacionan con un cuidado deficiente por parte de los padres, además de constituir en conjunto, el principal motivo de consulta en las salas de emergencias pediátricas.

Actualmente, la incidencia de las lesiones en la infancia puede disminuirse aplicando medidas preventivas según sea el caso, siendo el factor más importante para esto, la supervisión constante por parte de los padres.

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