- No del todo. Nosotros como padres somos quienes elegimos los alimentos de nuestros hijos. Pero no todos manejamos la misma información y tenemos las mismas herramientas para actuar de manera saludable.
INFORMACIÓN SOBRE COMIDA SALUDABLE
- Para empezar la información que de forma oficial llega a nosotros no especifica la calidad de los alimentos. No todos los cereales son lo mismo, algunos pueden ser incluso perjudiciales por sus niveles de azúcar y aditivos (productos ultraprocesados). Otros ejemplos los vemos en yogures, leches endulzadas, jugos, embutidos, entre otros.
- Tristemente es poca la información que nos llega sobre la realidad de los alimentos procesados y el daño que causan por sus excesivas concentraciones de azúcar añadida (azúcar,glucosa, jarabe de maíz de alta fructosa), grasas industriales y sodio.
- Y "extrañanamente" la poca información, no llega de manera directa y a todos los padres.
DESINFORMACIÓN Y MARKETING
- Adicionalmente se permite un exceso de información manipulada, falsa y peligrosa sobre algún supuesto beneficio de productos ultraprocesados. Y es claro el uso de publicidad dirigida a niños con alusión a caricaturas, colores o juguetes.
- También peligrosamente se han brindado sellos y avales de instituciones de salud, a productos NO NUTRITIVOS ni recomendables.
- Cualquier recomendación de instituciones públicas debe estar regulada y limitarse a productos nutritivos. Todo lo demás es innecesario y a la larga perjudicial, porque desbanca el consumo de productos con mayor beneficio por productos light o sin azúcar.
DESIGUALDAD
- Estamos en un país con una marcada desigualdad social. Por obvias razones, la información que tú o yo manejamos cotidianamente, es completamente diferente a la que llega a zonas rurales y marginadas.
- Es real, la existencia de un problema económico que orilla a muchos padres a comprar productos más baratos pero menos nutritivos. Así como otros problemas de insatisfacción emocional que los conduce a escapar de su realidad y buscar placer en alimentos saborizados y llenos de azúcar añadida.
- Y por último no todos sabemos por ejemplo leer una etiqueta nutricional y también es claro que la industria no le conviene que detectemos y estigmatizamos sus productos en dañinos, por ello la etiqueta nutricional no a evolucionado a una versión mas sencilla y clara. Como en el caso de Chile donde los productos ya tienen un semáforo en sus etiqueta para ubicar los productos poco o nada saludables.
CULPABILIDAD COMPARTIDA E INSALUBRE
- Toda esta situación nos expone una CULPA COMPARTIDA.
- Una culpa perteneciente a los padres cuando tienen toda la información suficiente y aún así actúan de manera poco o nada saludable.
- Y otra culpa de los involucrados en el conflicto de intereses que esconde o evita que la información sea ofrecida de manera clara y universal a toda la población para una toma de decisión consciente.
CONCLUSIONES
- Culpa Compartida: de los padres y de los involucrados en el conflicto de intereses.
- Solo una muy pequeña y poderosa parte de la población, obtiene beneficios con alevosía y ventaja de esta situación.
- Divulguemos salud sin discriminación ni intolerancia.