De cada 10 casos de obesidad en los niños, solo 1 de ellos se debe a una enfermedad ya genética que acompaña al niño desde su nacimiento, en el resto de los casos se produce como resultado una combinación entre lo social, lo psicológico y lo hereditario.
Obesidad Hereditaria
Además de poder deberse la enfermedad a un factor genético que acompañe al niño desde su nacimiento, como ya bien antes mencionamos, puede estar generada por cuestiones hereditarias pero como consecuencia de tener ya los padres el trastorno.
Obesidad Social y Psicológica
Factores ambientales propios de la sociedad llevan a que las personas hoy en día tengan una dieta inadecuada con muchos carbohidratos, alimentos ricos en grasas y con abundante azúcar, obteniendo como consecuencia al largo plazo un incremento en la grasa corporal.
La mala alimentación sumada al sedentarismo se transforma en una combinación fatal para la salud. La televisión cumple un rol fundamental para desarrollar obesidad, ya que se trata de una actividad totalmente sedentaria que además lleva a que la persona continúe comiendo, ya que pueden realizarse ambas al mismo tiempo.
Hay casos en que los problemas de sobrepeso se asocian a problemas personales. En estos casos se busca la comida como forma de desahogo ante frustraciones, tristezas, inseguridades queriendo olvidar lo pasado.
Consecuencias de la obesidad infantil.
Estudios realizados sobre el tema han relacionado el sobrepeso de los niños con la obesidad al llegar a una edad adulta, se calcula que 8 de cada 10 niños y jóvenes obesos continuarán siéndolo cuando alcanzar la mayoría de edad, si no se adoptan las medidas oportunas.
Entre los niños hoy en día, la obesidad está causando una amplia gama de problemas de salud que antes no se veían hasta la edad adulta. Estos incluyen la presión arterial alta, diabetes y niveles elevados de colesterol en sangre. También hay efectos psicológicos, niños obesos son más propensos a tener baja autoestima, imagen corporal negativa y depresión.
Como prevenir la obesidad infantil.
Médicos advierten y aconsejan prevenir y tratar problemas de peso desde los primeros años de vida, desde la niñez para evitar luego que estos trastornos y las enfermedades asociadas a los mismos disminuyan la calidad de vida de la población, logrando hábitos alimenticios adecuados desde pequeños, siendo más fácil que los mantengan durante la adolescencia y la adultez.
Es muy importante el rol de la familia a la hora de aplicar este tipo de hábito en la rutina diaria, realizando deportes en conjunto, comiendo en familia y evitando aquellas actividades sedentarias que perjudican la salud. La detección precoz de la enfermedad puede corregir el trastorno antes de que llegue a mayores. Debe llevarse a cabo un tratamiento encaminado a lograr que el niño baje de peso, que disminuya la grasa corporal sin generar consecuencias en su correcto desarrollo y crecimiento.