El sobrepeso y la obesidad infantil se están convirtiendo en uno de los problemas de salud pública mundial más importantes de este siglo. Los casos de niños y niñas con esta enfermedad no dejan de aumentar. Y, aunque somos muchos los padres y madres que, junto a médicos y otros profesionales de la salud, estamos preocupados por esta tendencia en aumento de la obesidad infantil somos, claramente, insuficientes. De hecho, según la OMS (Organización Mundial de la Salud), el número de casos de niños y adolescentes con obesidad se ha multiplicado por 10 en los últimos 40 años.
El sobrepeso y la obesidad infantil, enfermedades con serias consecuencias.
La obesidad infantil es una enfermedad multifactorial, en la que intervienen factores genéticos, familiares, ambientales y culturales. No obstante, según diversos estudios el peso de la genética en la obesidad infantil es la de menor impacto (menos de 5% de los casos) datos que nos revelan y ponen de manifiesto la importancia de realizar unas adecuadas campañas de concienciación que nos aporten algunos consejos sobre esta enfermedad que no deja de aumentar . La prevención es, sin duda, la mejor de las vacunas contra esta enfermedad. Una enfermedad que provoca muertes prematuras al llegar a la edad adulta a causa de complicaciones como infartos o ictus.
Una enfermedad, la obesidad infantil que puede acompañar de por vida al niño que la sufre y que puede provocar serias consecuencias en su salud física, psíquica y emocional, tal y como comento a continuación.
Consecuencias sobre la salud física, psíquica, emocional y social de la obesidad infantil
El sobrepeso y la obesidad infantil afectan al desarrollo normal del niño ya que esta enfermedad trae asociadas graves consecuencias como las que enumero seguidamente:
Problemas respiratorios.
Problemas cardíacos.
Hipertensión.
Apneas del sueño.
Problemas del hígado.
Aumento del riesgo a sufrir diabetes.
Alteraciones menstruales.
Baja autoestima.
Pobre autoconcepto.
Depresión.
Ansiedad.
Aislamiento social.
Aumento del riesgo a sufrir acoso escolar.
Aumento del riesgo a padecer trastornos de la conducta alimentaria.
…
Los niños obesos y con sobrepeso tienden a seguir siendo obesos en la edad adulta y tienen más probabilidades de padecer a edades más tempranas enfermedades no transmisibles, como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares”
Organización Mundial de la Salud
Consejos para evitar la obesidad infantil
El estilo de vida familiar tiene un gran impacto sobre el desarrollo de la enfermedad de la que estamos hablando hoy, porque el sobrepeso y la obesidad infantil son una enfermedad. Dejemos de mantener falsas mitos como que un niño “gordito” es un niño sano o que ya adelgazará cuando crezca. Nada peor que seguir creyendo esto para no poner remedio a esta pandemia que tanto daño está causando en la población infantil.
Algunos estudios revelan que los hijos de padres obesos tienen una probabilidad del 90% de serlo, no solo por factores genéticos sino más bien por los hábitos de los progenitores, quienes tienen un estilo de vida sedentario y unas preferencias alimentarias y culinarias inadecuadas.
Realizar más actividad física al aire libre: dar paseos, salir a jugar al parque, ir en bici, realizar excursiones, esquiar en familia, …
Abandonar hábitos sedentarios como ver la televisión o jugar a videoconsolas durante muchas horas.
Realizar un buen desayuno.
Mantener una dieta rica en vegetales (verduras y frutas) y baja en azúcares.
Eliminar de la dieta bebidas carbonatadas y zumos industriales.
No utilizar la comida como recompensa ni castigo.
Escoger una actividad extraescolar deportiva.
Mantener unos adecuados hábitos familiares en cuanto a ejercicio y alimentación.
…
Si tenemos en cuenta estos consejos evitaremos en gran medida que nuestros hijos crezcan con sobrepeso u obesidad infantil. Los buenos hábitos se aprenden y como padres tenemos la obligación de transmitírselos a nuestros hijos siendo ejemplos a seguir.