Según la Organización Mundial de la Salud la “obesidad y el sobrepeso se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud”.
¿Cómo saber si tu pequeño es obeso?
Un niño es considerado obeso si su peso es 10% mayor al peso recomendado para su estatura y tipo de cuerpo. Generalmente la obesidad empieza entre los 5 y 6 años y durante la adolescencia. Estudios han demostrado que si un niño es obeso entre los 10 a 12 años, tienen un 80% de convertirse en un adulto obeso.
¿Cuáles son las causas de la obesidad?
Las causas del sobrepeso u obesidad pueden ser complejas, en la cual se pueden considerar factores sociales, personales, familiares, genéticos, malos hábitos alimentarios, falta de actividad física, las enseñanzas de los padres hacia los hijos en relación con la comida, etc.
Si los dos padres del pequeño son obesos, el niño tiene un 50% de probabilidades de ser obeso también y solo el 1% de obesidad es causada por enfermedades.
Desde muy pequeños se nos ha enseñado y enseñamos a nuestros pequeños a relacionar la comida con diferentes estados anímicos, se cae un niño y se le ofrece un helado para que deje de llorar, obtuvo excelentes calificaciones y los llevamos a comer a su lugar favorito.
En el Ecuador, también tenemos la mala costumbre de obligar a nuestros hijos a comer todo lo que está en el plato y con esto causamos ansiedad en relación con la comida. Mediante estas experiencias de vida, muchas personas han relacionado la comida según su estado de ánimo, sobretodo cierta clase de comida, los helados cuando están tristes, los chocolates cuando están ansiosos, las hamburguesas para festejar, la comida chatarra cuando están aburridos viendo una película sea en casa o en el cine.
Entonces es común ver comer a los niños y adolescentes cuando están preocupados, ansiosos, aburridos, tristes o alegres, ya que se les ha enseñado relacionar la comida con su estado anímico. Esta enseñanza es transmitida desde la casa y también por los mensajes transmitidos por la televisión, radio, propagandas, etc.
Todo este entorno enseña a niños a comer compulsivamente por diferentes situaciones como el estrés, la soledad, el aburrimiento, problemas familiares.
Los adultos enseñamos a los pequeños a evitar a sentir el dolor, sea físico o emocional y a cambio ofrecemos una galleta, helado o caramelo para desviar o distraer y lo que les estamos enseñando es a negar y no entrar en contacto con sus propios sentimientos y al convertirse en adolescente podría hacer lo mismo, negando sus emociones con comida. Eventualmente la obesidad podría causar depresión, enfermedades y ansiedad.
¿Cómo evitar el sobrepeso y la obesidad?
No usar la comida como premios, o distracciones.
Involucrar a los pequeños en actividades físicas como baile o deporte como fútbol, tenis, natación, baile, gimnasia olímpica, etc. El deporte, para que el niño lo haga con gusto, debería ser elegido por el o escogido a su gusto y habilidades.
Comer a horas específicas.
Tener una rutina de comida familiar sin televisión, celulares ni tablets.
Limitar los snacks y comida chatarra.
Entérate de lo que come tu pequeño en la escuela.
Lleva una dieta saludable de comida basada en su mayor parte en frutas, legumbres, jugos naturales, cereales y proteínas, permitiendo poder comer azucares, grasas y carbohidratos en cantidades moderadas.
Fuentes: http://www.aacap.org/AACAP/Families_and_Youth/Facts_for_Families/Facts_for_families_Pages/Obesity_In_Children_And_Teens_79.aspx
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