Mr. Cute y yo tenemos una forma de viajar un tanto especial. Si queréis torturarnos, podéis meternos de los pelos en el típico viaje programado con guía, visitas organizadas y demás. Nosotros disfrutamos de un viaje cuando conseguimos colarnos en la vida cotidiana de una ciudad y siempre solemos llevar trazada una ruta de cafés, bares. Y, por cierto, solemos recordar más con el paladar que con la vista.
Todo este rollo es para contaros que uno de los mejores recuerdos que guardamos de nuestro viaje a Viena hace ya unos añitos fue el pedazo de tarta Sacher que nos tomamos sentados sobre las butacas de terciopelo rojo del mítico Hotel Sacher. Desde entonces, he querido dar con una receta que se aproxime lo más posible a la original y lo he conseguido. En lugar de hacer una tarta, vamos a hacer un bundt pero los ingredientes y el proceso son exactamente los mismos.
El reto de este mes de los #BundtBakers era hacer un bundt con chocolate. Ése fue el ingrediente que nos propuso Dessert Stalking. Y no se me ocurre una receta que incluya chocolate mejor que la tarta Sacher.
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