El amor por el chocolate es de siempre. Hace miles de años, los mayas crearon una bebida hecha de las semillas de cacao machacadas, y se referían a ella como "el alimento de los dioses".
Dulce taller hecho realidad! Lleno absoluto!
Con este taller quería que los niños se divirtieran experimentando con el chocolate, que jugaran a ser maestros reposteros, que conocieran algo de historia del chocolate y que, por supuesto, probaran los diferentes tipos que existen.
Preparé mangas pasteleras desechables y aptas para microondas con trocitos de chocolate, que fuimos derritiendo para ir utilizándolas.
Los niños tenían su plantilla preparada. Dibujé a cada uno dos modelos a elegir (cangrejo o gato) con rotulador de tinta comestible sobre papel de hornear. Y junto a ella, el palito para nuestras piruletas!
Manos a la obra! Con la manga iban pintando, como si el chocolate derretido fuera pintura.
Todos muy concentrados...y, como no, de vez en cuando un poquito de choco...ñam, ñam! a chuparse los dedos!
Antes de que se secara el chocolate, echamos sprinkles de colorines por encima. Se lo pasaron pipa decorando, y yo con ellos.
La segunda parte del taller consistió en una cata de diferentes tipos de chocolate: blanco, negro, con leche, con lacasitos, con galletas...
No sé por qué, pero creo que esta parte les encantó! :)
Y sorprendentemente hubo a alguno que le gustó mucho el chocolate negro, que ya sabéis que tiene un sabor más amargo.
Y para acompañar un vasito de leche con cacao en polvo, que ellos mismos mezclaron.
Se nos pasó el tiempo volando y ellos acabaron encantados con sus estupendas, maravillosas y riquísimas piruletas de chocolate.
Gracias a todos los que participasteis, sois geniales! Y gracias a Lupe de Pequelandia!
Os espero en el siguiente, vale?
Besos