Vivimos en una sociedad en la que hablar de racialización sigue siendo complicado, y sentimos que tenemos pocos recursos para hacerlo. El hecho de vivir en sociedades occidentales mayoritariamente blancas nos expone a un racismo, a veces explícito, otras veces sutil, y en ocasiones interiorizado, del que tenemos que deshacernos, ya que estando a personas a cargo de la crianza de personas afrodescendientes tenemos una responsabilidad importante en la conformación de su carácter. Hoy quiero hablar de tres mitos que debemos derribar, como personas adultas a cargo de menores afrodescendientes, para instaurar una crianza que les ayude a desarrollar su identidad mientras les acompañamos desde el amor y, sobre todo, la conciencia.
Mito 1: El color no importa
Está bien, y hasta es comprensible, que en el entorno familiar quieras que tu peque desarrolle su personalidad al margen de su origen, o sin sentir cortapisas a ese respecto. Ya sabemos que ser una persona de origen diverso no implica limitaciones inherentes, aunque los prejuicios y los estereotipos que nos rodean señalen lo contrario. Precisamente estas creencias hacen que fuera de casa y de nuestro entorno más cercano, la situación sea diferente.El color de la piel no importa solo si coincide con el de la mayoría de la sociedad en la que vivimos, y entonces no es necesario hablar de ello. El caso de nuestres peques no es ese, por lo tanto es importante incluir el tema de la racialización en su educación.
Vivimos en sociedades mayoritariamente blancas donde, en cualquier momento, alguien intentará hacernos notar o darnos a entender que somos de fuera, aunque no lo seamos. Si crías a tu peque diciéndole que el color no importa, o que el color no existe, en el momento en el que cualquier persona le haga notar que es diferente por su color de piel, eso le generará una contradicción que será fuente de confusión.
Enséñale a ver y a apreciar los colores de las personas como valores positivos detrás de los que hay tradiciones, culturas y valores diferentes que también son fuente de aprendizaje y crecimiento, en lugar de causar desconfianza o miedo.
Mito 2: si hablo de racialización con mis peques, estoy creando problemas
Hay personas adultas que sienten una ansiedad tremenda al pensar en plantear a sus peques cualquier cuestión relacionada con el racismo. Es comprensible; no es un tema fácil, y vivimos en tiempos en los que es difícil hablar sobre estas cuestiones, sobre todo porque aunque seamos afrodescendientes, puede que en nuestra infancia y nuestra juventud tampoco se nos hablase ni se nos educase acerca de la racialización.Si no quieres que tu peque descubra que es afrodescendiente en el colegio o en la calle cuando alguien le agreda verbalmente a través de algún insulto grave que aluda al color de su piel o a su cabello, necesitas introducir la racialización en la crianza. Porque es inevitable que alguien le llame negr*ta. Es inevitable que le exoticen, marcianicen o extranjericen por ser afrodescendiente. Así que si le preparas para reaccionar para eso, no le estás creando un problema. Le estás ayudando, y para ayudarle, tienes que hablarle de las razas y de lo que suponen.
Mito 3: una buena escuela es lo mejor para la educación de peque
Sigue existiendo esa creencia extendida de que la educación de nuestres peques depende de la categoría o el nivel de la escuela a la que asista y, en una presunción bastante clasista, xenófoba y racista, se suele desconfiar de los centros educativos en los que hay personas de origen diverso, bajo la creencia de que la presencia de alumnado diverso hará bajar el nivel académico de nuestres peques.Ahora tengo que decirte algo relacionado con lo anterior. Por buena que sea la escuela a la que lleves a tu peque, pueden pasar varias cosas:
nada te asegura que, por mejor que sea el centro, tu peque no vaya a vivir ataques racistas. Es más, cuanto más blanco sea el centro, más posibilidades haya de que tu peque viva alguna agresión.
Es más que probable que haya muy pocas personas afrodescendientes dentro del equipo docente que le puedan servir como modelo. Así que, ya que no va a poder tener profes con quienes se pueda identificar, qué menos que tenga, a su alrededor, a un alumnado diverso que neutralice su sentimiento de ser la única persona que “no encaja”.
Una parte importante de la educación de tu peque, en tanto que afrodescendiente, no se va a dar en el circuito académico formal, porque en el colegio nadie le va a proporcionar referentes con quienes se pueda identificar. Así que es conveniente que esas lagunas sean cubiertas en el seno de la familia y, precisamente por esto, te invito a que te apuntes a mi taller “Maternidades Racializadas”, en el que trataremos sobre todas las necesidades específicas que implica criar a peques afrodescendientes.
El taller se desarrollará a lo largo de cuatro sesiones que tendrán inicio el próximo 7 de octubre, y nos permitirá abordar cuestiones relacionadas con la educación antirracista, una herramienta imprescindible para nuestras familias, ya que es el elemento que nos permitirá acompañar a nuestres peques y a dotarles de los recursos que les enseñarán a gestionar el racismo con el que convivimos día tras día las personas afro.
Si eres consciente de la necesidad de raciliazar tu maternidad para que así puedas acompañar desde la seguridad y la confianza a tu peque en su desarrollo, te ofrezco la oportunidad de apuntarte a este taller, en el que voy a hablarte de estrategias para maternar racializada, consciente y respetuosamente.
El taller constará de cuatro sesiones y te resultará útil si crías a peques afrodescendientes, independentemente de si tú lo eres o no. Tienes aquí el enlace con toda la información para que te apuntes. Te veo en el taller a partir del siete de octubre.