Las Fallas, esta fiesta tan peculiar de Valencia y sus poblaciones. Miles de artistas falleros trabajando todo el año en monumentos de increíbles dimensiones, colores y formas para que en una noche se quemen todos bajo el poder inmenso del fuego. Una semana de mucha fiesta, música, pasacalles, comidas y cenas en los casales falleros, ofrenda a la Virgen de los Desamparados. Buf, un sinfín de actividades que hacen que una ciudad como Valencia y sus poblaciones cambien por completo. Todo el mundo está en la calle, pasea a ver fallas, a comer buñuelos y churros con chocolate caliente, baila en las verbenas y todo lo que haga falta, para disfrutar de esta fiesta.
Nosotros no somos muy muy falleros, tengo que reconocerlo. Pero aún así nos encantan las mascletás, esas exhibiciones magnificas de pólvora con ruido que hace vibrar el suelo y todo tu cuerpo, los fuegos artificiales nocturnos de mil colores (me encantan) y los monumentos que no sabes ni como se pueden mantener en pie. Pero no nos vestimos de falleros, ni pertenecemos a ninguna falla, ni nada así.
(Foto de Vivaleliana)
Pero, aún así, este fin de semana intentamos acercarnos ya al ambiente fallero, que desde principio de marzo se vive en todas las localidades valencianas. El sábado en muchas localidades como L’Eliana, La Pobla de Vallbona y más, se celebra el tradicional Tren Fallero. Es una cabalgata donde todos los falleros de las diferentes fallas, desde los más pequeños hasta los más mayores, se disfrazan y se apoderan de las calles de la población. Nos encantó el Tren Fallero de L’Eliana. La gente estaba animadísima, los disfraces eran geniales y los peques estaban alucinados.
Se podía encontrar desde mujeres vestidas de época con trajes hechos con materiales reciclados: periódicos, bolsas de basura, revistas. Sí sí, aunque no os lo creáis, ¡¡eran enteramente reciclados!!!
(Foto de Vivaleliana)
Grupo de motoristas con motos hechas a mano.
(Foto de Vivaleliana)
¡¡O grupo de coches de choque con flotadores en forma de neumático!!! (mi hijo lleva todo el fin de semana diciendo que choquemos que somos coches de choque).
(Foto de Vivaleliana)
Todo ello con música en directo que les acompañaba. Esos músicos tocando durante la cabalgata todo tipo de canciones. Este año, algunos quisieron modernizarse, y se montaron una pequeña disco móvil andante con un carro, unos altavoces y algún reproductor. La cuestión es que haya música, baile y fiesta.
Además, aunque la plantá oficial (que se dice al día en que la falla está completamente montada) es el 16 por la noche, la mayoría de fallas en Valencia capital sobre todo, están en pleno afán de montaje, retoques y mejoras. Algunas de ellas están ya montadas y todo. Así que aprovechamos el domingo para ir a una mascletá (vamos, los fuegos artificiales de petardos y pólvora más sonoros que visuales) y a ver cómo estaban montando las fallas.
En la plaza del ayuntamiento de Valencia, la pirotécnica encargada monta un arsenal de pólvora y petardos de alucinar. Quien no está acostumbrado a algo así puede causar mucha impresión, de manera que te encanta o no lo puedes soportar en absoluto. A mí me encanta. Esa sensación de vibrar entera con el estruendo, es espectacular.
Todo se llena de sonido, humo y olor a pólvora. Y al terminar gente aplaudiendo como locos también, jajajaja.
Las fallas están en pleno montaje y lo mejor es ver la cara de los peques al ver las diferentes obras, con sus colores, sus muñecos (ninots), su altura, su composición. Todo les llama la atención. En el ayuntamiento estaban montando un homenaje al fallero, que por su altura era impresionante. Todavía con grúas estaban terminando de retocar, montar, componer partes y los peques imaginaos como estaban… en primer fila sin perderse detalle del proceso.
Y para qué suben ahí, y para qué ponen eso y qué falta ahí… Mi pequeña me dijo que a esta falla le faltaba la cara, con sus ojos, su boca, sus orejas…. jajajaja. Me la comía.
Pues en estos días y dado que casi coincide en media España el comienzo de las fiestas de Semana Santa con el fin de semana de fallas, si os apetece, ya sabéis, aquí hay mucho ambiente, muy buena comida, grandes monumentos llenos de colores y atractivos para los peques y un montón de fiesta por todos los rincones de las localidades valencianas.
¡¡¡Hay que venir a vivirlas, por lo menos una vez en la vida!!!
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