Como todas las tardes en que el Abuelo no puede ir a recoger a Bubú (sí, yo voy a recoger a Bubú cuando el Abuelo, o sea, mi páter, no puede, y no al revés) fui yo a por ella. Esta circunstancia suele generar mosqueo en mi primogénita, puesto que nada más verme ya sabe que toca de merendar bocata y leche, en lugar de un bollicao, galletas de chocolate, croissant o cualquier marranería chocolatada. Por eso no me extrañó que Bubú me mirase con cara de pocos amigos.
En el camino al coche, la misma conversación de todas las tardes:
- ¿Qué tal ha ido el cole, princesa?
- Bien. (Silencio)
- ¿Habéis jugado mucho?
- No. (Más silencio)
- Bueno... ¿Estás cansada, hija? Ya es viernes, ahora a descansar - dije, tratando de sonar reconfortante.
Ya montadas en el coche, volví a intentar establecer comunicación con mi hija, y justo en ese momento, en ese preciso instante, se desató el drama.
- BUAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!! - lloró desconsoladamente mi niña.
- ¿Pero qué pasa, tesoro mío?
- Es que... y dice que... porque yo no quería... pero entonces María*... y decía que ella se lo había pedido primero... pero él no quiere... y yo... BUAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!
- A ver, a ver, con tranquilidad que no me entero.
Y entre sollozos, comenzó a relatarme su drama:
- Que María dice que ya no quiere ser mi amiga porque ella se había pedido primera que Pepe fuera su novio, pero Pepe dice que no quiere ser novio de María, que quiere ser mi novio y entonces María se ha enfadado porque dice que le he quitado a Pepe y ya no quiere jugar conmigo.
Os juro que no le di un golpe al coche de delante por los pelos. De milagro, vamos.
A ver un momento, espera, espera. A ver que me centre, que tenéis cuatro años. Que tengo zapatos más viejos que las dos juntas. ¿Qué se supone que tengo que decir a una niña de cuatro años a la que su mejor amiga acusa de haberle robado el novio y que ya no quiere ser su amiga?
Entre titubeos sólo acerté a decirle que estuviera tranquila, que seguro que se le pasaba, que si Pepe prefería ser su novio, en lugar de ser el novio de María, ella no tenía la culpa y que si María se enfadaba por esa tontería, no merecía la pena tenerla de amiga.
Yo creo que coló, porque no volvió a mencionar el tema en todo el fin de semana, se le pasó el llanto y el lunes por la mañana, Bubú y María salieron corriendo a hacia la fila como de costumbre.
Pero amigos y amigas, yo no estoy preparada para esto...
* María y Pepe son nombres ficticios para proteger la intimidad de los participantes de este culebrón.