Si alguna vez te has planteado la pedagogía waldorf como una opción para la educación de tus hijos, ya sea en un colegio, en casa o simplemente creando un tipo de ambiente en vuestro hogar, es probable que hayas investigado algo sobre cómo son los espacios de juego waldorf.
Si has visitado alguna escuela waldorf (en el blog te he mostrado algunas de: Mallorca, Sevilla o Ciudad Real), habrás visto que un elemento que siempre está presente en las salas son los stands de juego, esas estructuras sencillas de madera y curvas redondeadas con aspecto de estantería.
Me atrevo a decir que estos stands son imprescindibles en todo Jardín de infancia Waldorf y que son la base de cualquier rincón de juegos Waldorf.
A simple vista pueden parecer muy voluminosos y también caros, no dejan de ser muebles de madera maciza. Entonces podríamos preguntarnos ¿vale la pena el gasto? ¿Para qué sirven?
He podido comprobar como muchos padres y madres que los han introducido en los espacios de juego de sus hijos consideran que es una inversión que bien vale la pena.
Por eso nosotros hace tiempo que teníamos muchas ganas de contar con un par de stands para el espacio de juego de Sunflower y finalmente estas navidades lo hemos hecho realidad. Los reyes magos vinieron cargaditos de una nueva casa de juegos que conseguimos en nuestra tienda waldorf por excelencia y que siempre recomiendo, LoraLora.
¿Qué es un stand de juego Waldorf?
De entrada parece una simple estantería redondeada y sin respaldo, pero créeme las apariencias engañan porque ¡es mucho más que eso!
Es una estructura de madera que se utiliza como una base de juego abierto para los niños y esto significa que ¡puede convertirse en cualquier cosa! Una casa, una tienda, un barco, un castillo, una cueva, un teatro de marionetas,… Las posibilidades son todas las que puedan surgir de la creatividad del niño/a.
Muchas veces se utilizan de dos en dos y con unos arcos adicionales para crear un techo. Nosotros como ya disponíamos de unos palos colgados del techo para la versión casera que teníamos antes, los hemos aprovechado y colgado en ellos una gran tela de seda arcoíris a modo de tejado.
¿Por qué los stands de juego waldorf son tan especiales?
Un juguete es algo en lo que nuestros hijos invierten mucho tiempo y dedicación, por eso muchos decimos que los juguetes actúan como maestros.
Los juguetes verdaderos, los buenos juguetes, son aquellos que enseñan a los niños a estar atentos y conscientes, a apreciar la belleza de las cosas, a despertar su juego interno y su creatividad, a transmitir una sensación de paz, de armonía y de respeto por la vida…
Esto no sucede con los que no son buenos juguetes que muchas veces transmiten todo lo contrario, y enseñan rabia, violencia, indiferencia, frustración,…
Es interesante observar qué juguetes llevan los niños y niñas al parque por ejemplo y ver qué provocan en su juego y en su forma de relacionarse con el mundo.
Y sí, un stand de juego es muy especial porque es un elemento de juego muy beneficioso que aporta todo esto al niño/a:
(1) Son estructuras de juego muy abiertas
Utilizados de dos en dos, con arcos, con telas o sedas como tejado, con una estructura que los una (nosotros tenemos una estructura horizontal móvil que S. coloca según prefiere), o simplemente un único stand, en todos los casos las posibilidades que ofrecen son increíbles.
Un mostrador de una cafetería, una cama para la muñeca o una camilla para la consulta del doctor, un parking con una rampa para vehículos, o un espacio para crear múltiples escenarios como una granja (como la que S. montó esta misma mañana),…
¿Y si añadimos algún complemento? Con unas ollas y platos, se convierte en una cocina, y con una máquina registradora sencilla ¡en una tienda! La etapa de jugar a las tiendas la pasan prácticamente todos los niños en diferentes grados de intensidad ¿verdad?
A mí de pequeña me encantaba jugar a las tiendas , es el juego que más recuerdo, y S. no se queda atrás, le entusiasma jugar a comprar y vender de todo (tartas, infusiones, frutas, muñecas, telas, pulseras de papel que ella misma crea… hasta ha ideado una galería de arte donde vender sus propios dibujos.)
En definitiva, los stands pueden ser la base de cualquier escenario posible. Y no necesitan más adornos, invitan por sí mismos a que brote la imaginación del niño.
Además, si tenemos la opción de ponerle una tela a modo de toldo (con un solo stand es posible si fijamos la tela a la pared por ejemplo), entonces ya tenemos montada una casita imaginaria, que será siempre un lugar acogedor para los niños, ¡y desde bien pequeños! Y sobre las casitas de muñecas, un inciso…
La importancia de la casita de juegos
Muchas veces padres y madres de niños/as de 2-3 años se preguntan si es conveniente comprarles una casita de muñecas a sus peques. La verdad es que un niño/a de corta edad no necesita una casita para colocar muñecos en su interior, si no que necesita una casita donde poder meterse él mismo/a. A los niños pequeños les gusta especialmente sentirse seguros dentro de un espacio reducido, que sea acogedor, donde se puedan mover y manipular sus juguetes. Esto es algo que un stand de juegos y una tela puede ofrecer sin lugar a dudas.
A partir de ahí y a medida que van creciendo, las opciones de juego y las muchas configuraciones que pueden adoptar con los stands siempre irán creciendo a la par que el niño/a, y así combinados con sus bloques de madera y otros juguetes pueden extender hasta crear pueblos enteros y múltiples escenarios complejos.
Por eso no podemos subestimar la calidad de juego que aportan estas estructuras, porque permiten una libertad en el juego asombrosa, ofrecen la oportunidad de que los niños sigan su propia imaginación sin estar condicionados por las formas definidas o concretas de los juguetes concretos (y es que una cocina de plástico con cientos de pegatinas de colores que indican lo que es cada trocito del juguete, no deja de ser una cocina, no da opción de ser nada más).
(2) Permiten libertad para crear el espacio de juego
Al ser estructuras que permiten diferentes configuraciones y ser fácilmente movibles permiten que el niño se sienta capaz de formar su propio espacio de juego, y esto es algo muy potente.
Los stands de juego son piezas que dan libertad para que el niño pueda crear el escenario que quiera en este momento.
Al estar construidas con madera y ser de muy buena calidad son muy estables, pero se mueven con facilidad y si se incorporan otros muebles, se usan las paredes,… facilitan que cualquier mundo imaginario sea posible.
Sunflower por ejemplo quiso traerse su cocina de madera para adosarla a su casita. ¡A veces juega como si fuese su casa de verdad! Y pone cojines en la alfombra para hacerse la cama y telas para hacer una puerta y cerrarla. Si es la peluquería (su maletín de peluquera ha sido otro de los regalos de Navidad que más le ha gustado), entonces pone un banqueta para crear el lavacabezas.
Cuando la convierte en una tienda (de la que cuelga sus propios letreros de tienda abierta o tienda cerrada), monta el mostrador, organiza las cestas con sus mercancías para vender y pone una silla dentro para convertirse en la cajera.
Si lo convierte en un teatro, entonces cuelga una tela con las pinzas de juego (también de LoraLora) para hacer el telón, y crea escenarios para desarrollar sus historias, casi siempre inventadas.
(3) Están creados para los niños
Estos stands de juego son piezas que están diseñadas y muy pensadas para los niños.
Las medidas que tienen son ideales para estar a su altura, ya estén sentados o de pie, encuentran una superficie de juego que les resulte cómoda desde bien pequeños hasta los 9-10 años diría yo. He sido testigo de cómo niños de 10 años jugaban con gran entusiasmo dentro de una de estas estructuras.
(4) Son organizadores para los juguetes
Cuando es momento de acabar el juego ayudan a mantener todo organizado. Se pueden poner fácilmente contra una pared y disponer en los estantes las cestas con los juguetes, bien ordenados, dejándolos en reposo para las nuevas aventuras que están por venir al día siguiente.
En nuestro caso los juguetes que aparecen colocados son los que Sunflower ha elegido y los va variando y ordenando según sus necesidades. Tenemos un armario donde tiene más cestas con materiales como los bloques de construcción.
¿Dónde conseguir un stand de juego Waldorf?
Puedes encontrar muchos diseños, incluso algunas versiones DIY si eres manitas con la madera (encontrarás una versión sencilla en el famoso libro de Freya Jaffke, “Juguetes hechos por los padres”). Nosotros teníamos una versión casera anteriormente con dos bancos de Ikea y los palos colgados en el techo, pero puedo decir sin exagerar que no tenía nada que ver con lo que aportan al juego los nuevos stands, que ya solo con sus formas, sus materiales y su diseño están hechos para despertar esos mundos internos.
Nuestra casita está configurada por dos stands de juego y una estructura horizontal que une los dos stands y también móvil, son de la marca Livipur, y los hemos conseguido en LoraLora. Están fabricados con madera de aliso ecológica y son de una calidad excepcional, no podemos estar más contentos con el resultado, y mucho más tras comprobar cómo Sunflower los disfruta cada día.
Y ahora cuéntame…
¿Habías visto estos stands de juego Waldorf?
¿Cómo has organizado el espacio de juego para tus peques?
Nuestro objetivo principal es el de formar seres humanos libres. – R. Steiner
Aguamarina