Nosotros viajamos haciendo intercambio de casa.
Hace un par de años ni se nos hubiera pasado por la cabeza, porque nos sucedía lo que a mucha gente, desconfiábamos, ¿cómo íbamos a dejar nuestra preciosa y queridísima casa a un desconocido durante varios días? Nos parecía impensable.
Pero entonces conocimos a varias personas que lo habían hecho y que habían realizado viajes fantásticos, de esos que si tienes que pagar alojamiento no puedes permitirte pagar de tu bolsillo, y hablaban de forma muy positiva de la experiencia.
Picados por la curiosidad, un día nos dio por poner un anuncio en un portal de intercambio, sólo por probar, sin ninguna intención demasiado clara, y de repente nos llegó un aluvión de peticiones de intercambio de todo el mundo.
Fue tan inesperado y sorprendente, que al final viendo las casas tan bonitas y tan bien situadas que nos ofrecían, nos atrevimos a probarlo. Y aquí estamos, recomendándolo.
Hoy te quiero animar a ti a que lo pruebes, a que descubras y experimentes esta forma diferente, barata, sostenible, segura y confortable de viajar. No pierdes nada por poner un anuncio y seguro te sorprenderás.
Y para ir preparándote, aquí tienes nuestros 10 consejos para hacer tu primer intercambio de casa.
(1) Abre tu mente
Si de alguna manera sientes que te gustaría probar esta experiencia pero te detienen tus miedos por prestar tu casa, porque puedan estropearte algo, o lo que sea? Abre tu mente, muchas veces los miedos son el camino que tenemos que seguir para liberarnos y evolucionar.
Como te he contado, nosotros pasamos por ello, pero después de recibir tantas peticiones, tan atractivas, nos atrevimos.
¿Y si pones un anuncio en un portal de intercambio como Home Exchange y te hacen una petición que pueda interesarte? ¿Qué te parecería pasar dos semanas en París? ¿O en Escocia? ¿O en Italia? ¿Vas a perderte eso?
Además, no olvides que la gente que hace intercambio también presta su casa, por lo que os encontráis en la misma situación.
Y si hay algo que define a la comunidad de personas que hacemos intercambio es precisamente la honestidad. Es una forma segura de viajar.
Vamos a suponer que te animas a probarlo, lee entonces lo siguiente, porque te interesa mucho.
(2) Pon tu casa de punta en blanco y hazle fotos bonitas
Parece una tontería, pero es importante. Si quieres atraer a viajeros a tu casa, tienes que venderla bien.
Para hacer fotos chulas, es muy importante que aproveches la luz natural, así que haz el reportaje en las horas que entre mejor luz por la ventana.
(3) Planifica tus vacaciones con tiempo
Puede ser que ya tengas claro dónde quieres ir de vacaciones, y seas tú el que hagas peticiones a otros miembros. Si es así, mejor que lo hagas con unos meses de antelación.
Para que te hagas una idea, nosotros queríamos pasar el mes de julio en Roma, así que empezamos a buscar casa en abril. De esa manera al fijar ya el intercambio pudimos encontrar vuelos muy baratos (nos costaron unos 70â?¬ cada uno) y reservamos una casa maravillosa justo delante del Panteón de Agripa.
Este verano, que queremos viajar al norte de Europa, lo haremos quizás antes, pues el año pasado algunas casas que nos interesaban, ya estaban reservadas.
(4) Ten en cuenta la ubicación para el transporte y los comercios.
Puede que te enamores de una casa preciosa pero si está a varios kilómetros de un supermercado o de una parada de autobús o metro, quizás no es la más indicada.
De hecho esto nos pasó, nos ofrecieron una casa impresionante pero estaba como a veinte kilómetros del centro de Roma. Todo el mundo sabe que Roma no se define precisamente por la facilidad para conducir y aparcar, así que alquilar un coche no era una opción para nosotros.
De manera que aunque la casa nos encantaba, tuvimos que rechazarla, y finalmente buscamos una que tuviera todo a mano (transporte público, supermercado, farmacia?).
Si viajas con niños, y además por varias semanas, esto hay que tenerlo muy en cuenta, pues nunca sabes lo que vas a necesitar.
(5) Contacta con el anfitrión para ultimar los detalles
Imaginemos que ya has fijado un intercambio y estás a punto de irte. Aprovecha las nuevas tecnologías de la comunicación como el mail, incluso el WhatsApp para hablar con tu anfitrión y pedirle todo lo que necesitas antes de partir.
En nuestro caso, nos funcionó muy bien, y de hecho hasta el día de antes de irnos escribimos a nuestro anfitrión para pedirle si había secador en la casa, o un carrito de la compra. Y cuando él vino a nuestra casa con su familia también nos whatsappeó antes para pedirnos sombrillas para la playa y esterillas.
(6) Prepara una guía de tu ciudad y pide una a tu anfitrión
No hay mejor guía que una persona autóctona, que vive en la ciudad a la que vas. Pídele a tu anfitrión que te deje anotados los restaurantes más recomendados, las tiendas de confianza,?
En nuestro caso las recomendaciones que nos hizo Pasquale fueron todo un acierto.
Y después haz tú lo mismo con tu ciudad. No te llevará más que un rato y puedes facilitar mucho la estancia a tus invitados.
(7) Hazte la Tarjeta Sanitaria Europea
Antes de viajar hazte la Tarjeta Sanitaria Europea. Nunca sabes lo que va a pasar, y quizás tengas que ir a un hospital.
Nosotros, de hecho, nos recorrimos tres hospitales de Roma; nuestra hija se cayó al suelo en el Trastevere y pensábamos que se había roto la encía, con lo que nos mandaron de un hospital a otro hasta que pudo verla un cirujano pediátrico, aunque afortunadamente todo quedó en un labio roto, un diente menos y un buen susto.
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(8) Confía
No importa que hagas una operación de desalojar tu casa para tus invitados. Ellos van a respetar tus cosas.
Además, ¿no te parece mucho más agradable si puedes consultar un libro, mirar una película, o jugar con un videojuego de la casa a la que vas?
Tampoco importa que quites las fotos ni los retratos. Hacen que la casa sea mucho más cálida y con más encanto.
Sobre esto, la hija mayor de nuestro invitado nos hizo unos dibujos muy bonitos de algunas fotos de nuestra hija que tenemos en la casa. Y me pareció un detalle muy bonito.
(9) Disfruta
No vivas como un turista, eres un privilegiado que puedes vivir un tiempo (da igual el que sea) en esa ciudad a la que tantas ganas tenías de conocer.
Aprovecha para conocer los lugares y rincones más especiales, siéntete un privilegiado, porque lo eres, y haz las cosas con más tiempo, con más tranquilidad, como si fueses uno más de la ciudad.
(10) No te olvides del detalle de agradecimiento
Ya has disfrutado de tus vacaciones, lo has pasado genial, ahora es el momento de dejar la casa tal cual la encontraste, sin olvidar un detalle de agradecimiento para tu anfitrión, no importa que sea algo caro, sólo un detalle.
Nosotros le dejamos una botella de vino, unos chocolates y un par de vasos bonitos, porque rompimos uno sin querer.
Además lavamos las sábanas y toallas, cosa que ellos hicieron también cuando estuvieron en nuestra casa, incluso llevaron a la lavandería las fundas de los cojines del sofá, lo que agradecí muchísimo.
Y ahora que ya sabes todo esto, sólo tienes que ponerte en marcha para hacer tu primer intercambio, ¿te animas?
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<<Pero viajar no es un empeño en busca de lo imaginado, no es la persecución de algo que uno quiere ver, cerrando los ojos a todo lo demás. No es un deporte hecho para los que están seguros de lo que son, qué quieren y adónde van. Una sola pregunta puede justificar un gran viaje y el viaje está hecho para aquellos que no saben muy bien hacia dónde se dirigen ni conocen con exactitud lo que buscan. Está hecho para los que intuyen que encontrar no es lo importante y que cumplir un sueño puede ser, sobretodo, darse de bruces con la aventura. Es cierto que regresamos siempre, pero no debe viajarse con la intención de hacerlo. Viajar tiene algo de nacimiento. ? Javier Reverte (El sueño de África)>>
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