La conocida como “cuarentena” conlleva cambios y molestias en la madre a los que conviene prestar la suficiente atención
Tras el parto, todas las madres se centran en la completa atención de su bebe; sin embargo es muy habitual que sufran ciertas molestias a las que se debe prestar atención para que no se agraven.1) Uno de los síntomas más comunes, que también ocurre durante el embarazo son las hemorroides postparto, también llamadas almorranas. Son venas inflamadas en el ano y la parte inferior del recto. Muchas mujeres las comienzan a sufrir durante el tercer trimestre debido a la presión que ejercen el peso del bebé, la placenta y el líquido amniótico sobre la parte inferior del abdomen. Las hemorroides pueden desarrollarse dentro del recto (hemorroides internas) o debajo de la piel alrededor del ano (hemorroides externas). Se calcula que alrededor del 25 % de mujeres padecen hemorroides externas tras el parto, que son las más molestas y dolorosas. Caminar, sentarse o defecar puede convertirse en un auténtico suplicio debido al dolor, ardor y picazón que producen. Pero hay remedios con los que curar las hemorroidesy evitar que empeoren. Prestar especial atención a la higiene, aplicar frío, una dieta rica en fibra e ir introduciendo ejercicio físico suave en nuestras rutinas son algunos consejos muy recomendables para combatir las incómodas hemorroides postparto.
2) Otro de los síntomas postparto más habituales son los problemas en el suelo pélvico. El sobreesfuerzo que suponen los últimos meses de gestación afecta de manera directa a la musculatura se debilita y dificulta el control produciendo incómodas pérdidas de orina o gases incontrolados. Para recuperar el tono y fuerza del suelo pélvico se pueden realizar ejercicios sencillos como pequeños rebotes sobre una pelota de fitness.
3) Cuando la placenta se desprende de la mucosa uterina, deja una herida abierta que tarda en cicatrizar unas 6 por lo que es muy común que se produzcan sangrados vaginales postparto, también denominados loquios. Es recomendable evitar el uso de tampones o copas vaginales y no mantener relaciones sexuales con penetración hasta que cese el sangrado. Hay que vigilar que estas hemorragias no aumenten o presenten un olor fuerte, que puede ser síntoma de problemas más graves, por lo que debemos acudir a un especialista que nos valore.
4) Otro problema común durante el postparto son los desgarros o laceraciones en la zona de los genitales y el ano. Para tratar de evitar que se produzcan daños durante el parto vaginal, se recomienda realizar masajes perineales de manera regular desde la semana 34 de embarazo. En algunas ocasiones, estos desgarros no se pueden evitar e incluso se requieren puntos de sutura. En ese caso, es importante prevenir infecciones cuidando al máximo la higiene de la zona. Para paliar el dolor se puede aplicar frío y algún tipo de pomada analgésica en la zona u otro calmante por vía oral.
5) Las madres que han tenido partos múltiples sueles sufrir entuertos, que son contracciones uterinas dolorosas parecidas a las del parto que se producen durante los días posteriores a dar a luz. Aunque se calman con analgésicos, se deben tomar la dosis exacta marcada por el médico para que no afecten a la lactancia materna.